En una declaración oficial después de haber sido confirmado como presidente de Irán, Ebrahim Raisi se comprometió a seguir el camino de las negociaciones para restaurar el acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Teherán y las potencias mundiales. Esto se considera una señal positiva, aunque alcanzar el objetivo final resulte difícil.
Según analistas, el compromiso del presidente iraní electo de buscar llegar a un entendimiento para restaurar el acuerdo, significa que la nación islámica no abandonará el proceso negociador que está en curso en Viena. En este sentido, las partes no tendrán que realizar nuevos diálogos como lo temieron. Esto se debe a que la promesa del nuevo jefe de Estado iraní se considera una garantía para mantener el resultado de las anteriores rondas de negociaciones luego de la salida oficial de su antecesor Hassan Rouhani en agosto venidero.
En tal escenario, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, anunció el 23 de junio que Irán y las principales potencias mundiales habían avanzado en las conversaciones sobre el PAIC. En declaraciones a la prensa tras una reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en Berlín, el jefe de la diplomacia alemana dijo que todavía existe una posibilidad de llegar a un acuerdo, incluso después de que Irán eligiera a su nuevo líder. Compartiendo la misma opinión, en un comunicado emitido el 20 de junio, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, también señaló que las partes relacionadas están llegando a un acuerdo y podrían alcanzarlo después de la elección de Ebrahim Raisi.
Mientras tanto, medios estatales iraníes citaron el 23 de junio las palabras de Mahmoud Vaezi, titular de la Oficina del Palacio Presidencial iraní, enfatizando que funcionarios estadounidenses e iraníes habían llegado a un pacto para levantar todas las sanciones contra los sectores de seguro, petróleo y transporte aplicadas en la administración del ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En concreto, se levantarán unas 1.040 sanciones.
Cabe destacar que dicho progreso y el compromiso del mandatario electo iraní de mantener las negociaciones son una buena señal para este proceso negociador. Sin embargo, eso no significa que se podrán obtener avances considerables inmediatos debido a la complejidad de la cuestión y la influencia de muchos factores.
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El presidente electo de Irán, Ebrahim Raisi. (Foto: The New York Times) |
El resultado de las negociaciones nucleares de Irán muestra que las opiniones diferentes e incluso opuestas entre Estados Unidos e Irán son la mayor barrera para llegar a un acuerdo. Washington aún reclama que Teherán restaure completamente sus obligaciones en virtud de sus compromisos en el PAIC, antes de considerar el levantamiento de las sanciones contra el país persa. Mientras tanto, Irán exigió que la potencia mundial levantara antes que nada dichos castigos.
Ambas naciones también tienen puntos de vista opuestos sobre muchos otros temas regionales, especialmente en lo concierne a Irak y Siria, todos los cuales afectan las decisiones relativas al tema nuclear. Además, para la administración estadounidense, la toma de una decisión en la mesa de negociación debe tener en cuenta las actitudes de importantes aliados en la región, como Israel o Arabia Saudita. En cuanto al gobierno iraní, cualquier ajuste a la política de negociación, especialmente los pasos concesionales, debe tener en cuenta la presión de la opinión pública nacional, especialmente del líder supremo Ali Khamenei.
Hasta la fecha, tanto Estados Unidos como Irán declararon no tener la intención de continuar con una futura cumbre entre sus jefes de Estado. Por lo tanto, y sumado a todos los demás factores que pueden enlentecer o frustrar la llegada a un acuerdo, la elección del nuevo presidente iraní no necesariamente traerá grandes avances en las negociaciones. Las partes involucradas deben tener una visión positiva en las próximas rondas de conversaciones para revivir el PAIC.