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| El PNUD publica el informe sobre desarrollo humano de Asia y Pacífico de 2024. |
Según el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), titulado "Construyendo nuestro futuro: nuevas direcciones para el desarrollo humano en Asia-Pacífico", en las últimas décadas, las tensiones globales se han intensificado y las nuevas tecnologías, la creciente polarización y las amenazas a la supervivencia relacionadas con el cambio climático han afectado gravemente los esfuerzos por mejorar la vida de las personas en Asia y el Pacífico, lo cual requiere hacer cambios para enfrentar la inseguridad y un futuro inestable.
El citado informe advierte que la región enfrenta amenazas a la supervivencia humana derivadas del cambio climático y futuras pandemias, el impacto al desarrollo económico que proviene de las tendencias cambiantes de la globalización y la automatización, y el desacelerado ritmo de las reformas, cuestiones que se manifiestan de manera simultánea.
Aunque es probable que la región represente dos tercios del crecimiento económico mundial este año, las disparidades en ingresos y riqueza están empeorando, especialmente en el sur de Asia, donde el 10 % de las personas más ricas representan más de la mitad del ingreso total de la región, y más de 185 millones de personas siguen viviendo en la pobreza extrema (ganando menos de 2,15 dólares al día), una cifra que se espera que aumente tras los efectos económicos provocados por la pandemia, relata el informe.
Kanni Wignaraja, subsecretaria general de las Naciones Unidas y directora regional del PNUD para Asia y Pacífico, enfatizó que se debe priorizar la inversión en desarrollo humano según el camino propio de cada país, afirmando que al promover una política con prioridad a las personas y estrategias de crecimiento inteligentes con prioridad a los recursos naturales, puede marcar el comienzo de “un futuro que no sólo será más seguro y pacífico, sino también más sostenible y próspero para millones de personas”.
En este sentido, el PNUD recomienda poner a las personas en el centro del desarrollo, reajustar las estrategias de crecimiento para crear más empleos y respetar el medio ambiente, y llevar adelante reformas políticas.
El informe también ofrece una visión integral de cómo los países pueden reestructurar las estrategias de desarrollo para cerrar las brechas de desigualdad existentes y la disminución del bienestar humano, sosteiendo que promover la igualdad de género por sí solo podría aumentar el producto interno bruto anual de la región en 4,5 billones de dólares para 2025.
"El llamado a promover el crecimiento económico debe ser fuerte, porque el crecimiento sigue siendo un factor necesario para el desarrollo humano", recalcó Philip Schellekens, economista jefe para la región Asia Pacífico del PNUD y autor principal del informe, y añadió que "Ante la creciente presión sobre el crecimiento y la creación de empleo, así como la posibilidad de perturbar el desarrollo, es hora de que recalibramos nuestra estrategia de crecimiento basada en las exportaciones y en una estrategia de crecimiento dirigida al mercado interno".
Para trazar un nuevo rumbo, los gobiernos deben prepararse adecuadamente para el futuro y hacer frente a los desafíos que se avecinan para generar cambios poderosos, lo cual requiere priorizar el fortalecimiento del liderazgo y una gobernanza más flexible y eficaz, concluye el informe.