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Los desechos plásticos amenazan la vida de varias criaturas marinas. Foto: moitruongdulich.vn |
Según los expertos, el ritmo de urbanización, el desarrollo económico y la transformación de patrones de consumo – producción han creado un gran número de envases de un solo uso en todo el mundo.
Además, los sistemas de administración de residuos en diferentes países aún son ineficientes en las etapas de recolección, segregación, reciclaje y tratamiento de desechos. Como resultado, se ha provocado un aumento significativo de la basura vertida en el mar, lo que supone una amenaza para los ecosistemas marinos, la pesca y el turismo.
Alrededor del 60% al 90% de los desperdicios en el océano son residuos no biodegradables, y la mayoría proviene de productos y envases de plástico de un solo uso. Se estima que cada año, entre cinco y trece millones de toneladas de desechos en todo el mundo terminan en los mares.
El este de Asia y el sudeste asiático son los puntos calientes de dicha situación, y supone una potencial amenaza para la biodiversidad. Según estimaciones de la ONU, para el 2050, sin medidas a fin de prevenirlo a escala nacional e internacional, habrá más plástico, hierro, acero y materiales de construcción en los océanos que peces.
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La gran cantidad de desechos plásticos en el mar. Foto: moitruong.net.vn |
Por esta razón, la contaminación marina causada por los desperdicios plásticos se ha convertido en un problema medioambiental global que requiere de mucho esfuerzo por parte de los gobiernos, las organizaciones internacionales, los científicos, así como de la gente en todo el mundo.
Al reconocer la urgencia de encontrar soluciones para este aprieto, todos los países en el mundo están tratando de construir un acuerdo global y legalmente vinculante. De esta manera, podrán cooperar juntos para acabar con el problema.
Vietnam es un miembro activo en la promoción de ese acuerdo y al mismo tiempo, se está esforzando en tomar varias medidas con el propósito de reducir los desechos plásticos del océano.
El gobierno vietnamita ha emitido varias decisiones, afirmando la determinación y los empeños del país en la lucha para disminuir la basura no biodegradable. La adopción de la Ley de Protección Ambiental 2020 es una prueba evidente de este esfuerzo, en la que legisla los contenidos relacionados con los desperdicios plásticos, entre ellos la gestión, el reciclaje y el desarrollo de un modelo de economía circular, así como el plan de acción nacional sobre la gestión de residuos plásticos oceánicos hasta 2030.
Sin embargo, la epidemia de COVID-19 ha afectado al desarrollo económico y social y ralentizado los esfuerzos a fin de reducir los desechos plásticos en muchos países, siendo Vietnam uno de ellos.
En cuanto al cronograma de desarrollo de una economía circular, es necesario definir objetivos, resultados deseados y etapas para cada meta. Además, indica a los involucrados en la cadena de valor del plástico para coordinar el diseño, uso y reutilización del mismo. De este modo, se puede reducir este tipo de residuo al medio ambiente y crear una economía circular.
De igual manera, es indispensable desarrollar nuevas tecnologías, crear productos, servicios y apoyar a las industrias en el enfoque del modelo de negocio de la economía circular.
Debido a la percepción de la gravedad y las consecuencias de la contaminación plástica, se han lanzado diversos programas en países de la región con el fin de construir una economía hacia la protección del medio ambiente.
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Vietnam aplica alta tecnología en la producción y reciclaje de desechos plásticos. Foto: kinhtemoitruong.vn |
Con el objetivo de aminorar el volumen de basuras no biodegradables en los océanos asociado con un desarrollo económico sostenible, Vietnam ha establecido un cronograma con la finalidad de ejecutar una serie de soluciones prioritarias como la identificación de una lista de envases plásticos innecesarios y peligrosos, junto con la planificación de destruirlos, la institucionalización de la responsabilidad de fabricantes de la industria de envases de plástico con el objeto de invertir en la infraestructura de reciclaje.
Asimismo, se mejora la calidad de los productos reciclados y se fomenta el consumo de artículos procedentes de este proceso. Además, se aumenta la oferta de mercancías fabricadas con plásticos reciclables y se presta atención a otros temas relacionados.
Los expertos también señalaron que el mundo ha obtenido algunos resultados concretos, contribuyendo a la reducción de los residuos plásticos en los océanos a través de una serie de actividades prácticas como la topografía, la aplicación de tecnología o la creación de modelos de recolección, a fin de reducir la contaminación y generar productos reciclados de alta calidad.
Sin embargo, para lograr el objetivo de disminuir los desechos plásticos en los mares, sin afectar al medio ambiente y a los seres humanos, así como impulsar la transición de una economía lineal a una economía circular, se requiere de más esfuerzos por todas las partes.
Así, este es un proceso que requiere un enfoque holístico para lidiar con la contaminación plástica. Las medidas aplicadas deben basarse en la armonía de los aspectos socioeconómicos y el cambio de comportamiento./.