Durante el fin de semana, el ruido de la máquina de creación de “bong gay” resuena sobre el bullicio del tráfico y de los compradores y vendedores en el mercado de Thien, en la ciudad de Chi Linh, de la provincia norteña de Hai Duong. En la tienda del matrimonio de Dinh Van Phu y Tran Thi Hien, de unos 10 metros cuadrados, algunos niños con sus madres miran emocionados los “bong gay” que estaban saliendo “mágicamente” de dicha máquina.
Tran Thi Hien contó: “Mi familia lleva 30 años haciendo este trabajo, desde los años 89 y 90. Antes, cuando todavía faltaba la electricidad, teníamos que hacerlo con una máquina cuya energía era generada con manivela. En aquel momento, cada día cargábamos la máquina en un remolque y la arrastrabamos por todas partes. Luego, a partir del año 1991, cuando llegó la electricidad, mi esposo y yo pasamos a usar esta actual máquina enchufable y abrimos una tienda como la de ahora”.
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| La tienda de "bong gay" del matrimonio de Dinh Van Phu y Tran Thi Hien. (Foto: VOV) |
Según la dueña, en el pasado no había tantos tipos de snack como los hay ahora, por lo que el “bong gay” era muy popular. Todos los fines de semana o en los días festivos, niños y adultos hacían cola en su tienda para conseguirlo. Este snack es bastante simple de hacer, ya que los ingredientes principales son sólo arroz y azúcar. Sin embargo, para tener más sabor, se pueden agregar fideos instantáneos, manís, frijoles negros, maíces o incluso galletas. Para los que les gusta la comida picante, pueden añadir jengibre también.
Tran Thi Hien compartió: “Se puede hacer con cualquier grano u otro ingrediente siempre que esté seco. Pero, tengo que avisar a los clientes, porque si mezclan demasiados ingredientes, los productos serán duros e incomibles. Además, hay que considerar la proporción de arroz y azúcar. Normalmente se mezcla un kilo de arroz con cien gramos de azúcar. Para aquellos que quieran comer algo más dulce, 150 gramos. Por cada kilo de arroz se pueden producir unos 800 gramos de ‘bong gay’”.
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| Los "bong gay" salen de manera "mágica" de la máquina. (Foto: VOV) |
Después de que los ingredientes se mezclan a mano en una cuenca de plástico grande, se vierten gradual y hábilmente en el embudo de la máquina. Estos ingredientes serán triturados y pegados al calor. Solo unos segundos después, los “bong gay” largos y calientes salen del tubo de la máquina. Entonces, Dinh Van Phu, el esposo de la señora Hien, los extiende con una mano y con las tijeras en otra, los corta en palitos uniformes, generalmente de 55 a 60 centímetros de largo y dos centímetros de diámetro, aunque dependiendo de las preferencias de los clientes, también pueden ser más cortos.
Una vez que salen de la máquina, los “bong gay” se ponen inmediatamente en dos o tres capas de sacos limpios para mantenerlos crujientes. Aún así, el olor a arroz, azúcar, maíz y frijoles es perceptible. Los “bong gay” son más populares en el invierno. Al comerlos, se puede sentir su sabor crujiente, fragante y dulce y cómo se derriten en la boca.
Si bien para aquellos que nacieron y crecieron en las zonas rurales, el “bong gay” es una parte inolvidable de su infancia, no muchos pobladores en las ciudades lo conocen. Sin embargo, en los últimos años, algunas personas del campo han traído este tentempié a las zonas urbanas. En Hanói, han montado stands en algunas calles, como Le Van Luong o Nguyen Xien, o en las rutas de los alrededores de la zona residencial de Linh Dam, para vender los “bong gay” y ganarse la vida. Sus herramientas son simples: una máquina, dos cuencas de plástico grandes, una lona y varias mesas de plástico para exponer sus productos.
El precio de una bolsa de “bong gay” de 500 gramos es muy razonable, sólo diez mil dongs (menos de 0,5 dólares). Le Van Thang, quien lleva tres años vendiendo “bong gay” en la calle Nguyen Xien, dijo: “Vivo en Ung Hoa, en los suburbios de Hanói. Mi trabajo principal es cultivar arroz. Solo vengo aquí a vender ‘bong gay’ en el invierno o cuando no hay cosecha para ganar dinero extra. En los últimos tiempos, no pude venderlos debido a la pandemia de covid-19, pero ahora sí, gracias al levantamiento de las restricciones y la reducción de los casos. Mis clientes son tanto habituales como ocasionales. También hay personas que cuando pasan por aquí, les parece interesante el proceso de creación y se detienen a mirar. La gente prefiere este snack más en invierno, entonces todos los días vendo entre 50 y 70 kilos de ‘bong gay’”.
Le Thi Hoa, que vive en la zona residencial de Ha Dinh, en la calle de Nguyen Xien, es una clienta regular de la tienda del señor Thang. Ella compartió: “Cuando era niña, solía comer ‘bong gay’. Pero, cuando crecí y fui a estudiar y trabajar en Hanói, ya no lo pude disfrutar. Tan sólo unos pocos años atrás, vi a algunas personas que vendían ‘bong gay’ aquí. Mi casa está cerca, por eso a menudo compro en este lugar. También algunas veces traigo a mi hija aquí a ver cómo se hacen los ‘bong gay’. Le encanta. Esta es una excelente comida para reemplazar los dulces y las papas fritas, porque están hechos sólo con granos, sin conservantes ni grasas”.
El ajetreo y el bullicio de la vida con la aparición de más y más tipos de snack hacen que el “bong gay” y otros tentempiés tradicionales no sean la primera opción de muchas familias y niños. Sin embargo, para muchas personas, este plato evoca muchos recuerdos de infancia y de una época difícil pero inolvidable del país.