|
En el festival se presentan utensilios de cocina tradicionales vietnamitas. (Foto: VNA) |
Con el lema “Todo el mundo es actor” el festival de este año fomentó la autoexpresión y creó un ambiente animado y creativo. El stand vietnamita adoptó este tema para mostrar el rico y diverso patrimonio cultural del país.
La pieza central del expositor fue la tradicional comida familiar vietnamita, que simboliza el hecho de compartir alimentos y es un símbolo del amor y la conexión familiares. Para muchos vietnamitas de ultramar, esta comida evocaba recuerdos del hogar y la familia, y ofrecía a los visitantes una visión de la calidez y la intimidad de un hogar vietnamita.
El stand también mostró artesanía elaborada con materiales naturales y respetuosos con el medio ambiente, mostrando el compromiso de Vietnam con la sostenibilidad y su espíritu creativo.
Los atuendos tradicionales, como el Ao dai, el Ao tu than (vestido de cuatro partes) y diversos trajes étnicos, añadían un toque vibrante de tradición vietnamita. Además, los visitantes podían explorar las pinturas y libros vietnamitas expuestos, enriqueciendo aún más la experiencia cultural.
Para muchos visitantes primerizos, ésta fue su introducción a la cultura vietnamita. Bajo la dirección de chefs expertos, pudieron preparar platos vietnamitas emblemáticos, como los rollitos de primavera y los rollitos frescos, que se elaboraron en el lugar y los asistentes, sobre todo familias y niños, los degustaron con entusiasmo.
El stand también ofreció un viaje culinario a través del café y el té vietnamitas, creando una deliciosa conexión cultural que unió a la gente.
El Festival Hakuna Matata destacó la importancia de la coexistencia para el desarrollo sostenible y la paz, haciendo hincapié en la cultura como puente para el respeto y el entendimiento mutuos y fue también una oportunidad para mostrar la cultura vietnamita y un motivo de orgullo para la comunidad vietnamita de Bélgica.
Kim Ngoc, vietnamita que reside en Bélgica desde hace casi medio siglo, expresó su profunda emoción al ver el interés mundial por la cultura vietnamita y señaló que el reconocimiento internacional del patrimonio cultural vietnamita es un gran motivo de orgullo, especialmente en un mundo cada vez más globalizado.
El Festival Hakuna Matata fue una oportunidad para que la cultura vietnamita llegue al mundo, compartiendo bellas tradiciones y valores. Gracias a este acontecimiento, la comunidad internacional conoció mejor la cultura vietnamita y experimentó la apertura, calidez y generosidad del pueblo vietnamita.