|
El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong. Foto: VGP |
En el artículo, el máximo líder del Partido sostiene que el socialismo en Vietnam está basado en la doctrina marxista-leninista. De acuerdo con Nguyen Phu Trong, es importante perfeccionar paso a paso las pautas, los puntos de vista y la organización e implementación del socialismo para que cumplan con las reglas generales y al mismo tiempo se adecúen a las condiciones específicas de Vietnam. Desde la práctica y los estudios teóricos, el secretario general del PCV resumió una serie de requisitos para que el país avance hacia el socialismo. Ellos son:
Primero, hay que acelerar la industrialización y modernización del país en asociación con el desarrollo de la economía del conocimiento y promover una economía de mercado con orientación socialista.
La economía de mercado de orientación socialista es moderna y apunta a la integración internacional, y funciona de manera plena y sincrónica conforme a las reglas de la economía mercantil. Es gestionada por el Estado de derecho socialista dirigido por el PCV para asegurar la orientación socialista y construir un país fuerte, democrático, justo y de vanguardia, con un pueblo rico. Se trata de un nuevo tipo de economía de mercado, un tipo de organización económica que obedece a las leyes de la economía mercantil y al mismo tiempo se basa y se guía por los principios y la naturaleza del socialismo, reflejados en tres aspectos: la propiedad, la distribución y la gestión. En la economía de mercado de orientación socialista, hay muchas formas de propiedad y muchos sectores económicos. Las relaciones de distribución garantizan la equidad y crean motivación para el desarrollo. Y en cuanto a la gestión, el Estado es el encargado de esta y la aplica mediante leyes, políticas, estrategias, proyectos y planes para orientar, regular y promover el desarrollo socioeconómico.
Una característica básica de la orientación socialista en la economía de mercado en Vietnam es la de asociar la economía con la sociedad, es decir, unificar la política económica con la social, para así impulsar el avance económico junto con la realización del progreso social y la justicia en cada paso, cada política y durante todo el proceso de desarrollo.
Segundo, la cultura es el fundamento espiritual de la sociedad, la fuerza endógena y el factor impulsor del desarrollo nacional y la defensa nacional.
Una máxima fundamental en el proceso de construcción del socialismo en Vietnam consiste en que el desarrollo cultural debe ser sincrónico y armonioso con el crecimiento económico y el progreso y la justicia social. La cultura vietnamita es una cultura unificada por la diversidad, basada en valores progresistas y humanos. El marxismo-leninismo y el pensamiento de Ho Chi Minh juegan un papel protagónico en la vida social espiritual. La cultura vietnamita hereda y promueve los buenos valores tradicionales de todas las etnias del país y absorbe la quintaesencia de la cultura humana, para construir una sociedad civilizada y saludable, en pos de los intereses genuinos y la dignidad humana, con niveles de conocimiento, moralidad, fuerza física, estilo de vida y estética cada vez más elevados.
Tercero, las personas ocupan el lugar central en las estrategias de desarrollo.
El desarrollo cultural y humano es tanto el objetivo como el motor del proceso de Doi Moi (Renovación). La mejora de la educación-formación y de la ciencia-tecnología es la principal política nacional, mientras que la protección del medio ambiente es un asunto vital y un criterio fundamental para el desarrollo sostenible. Así, las familias felices y progresistas serán células sanas y sólidas de la sociedad, mientras que la igualdad de género es necesaria para el progreso y la civilización.
En el sistema político socialista, la relación entre el Partido, el Estado y el pueblo es el vínculo entre los sujetos que coinciden en objetivos e intereses, y todos los lineamientos del Partido y todas las políticas, leyes y actividades del Estado son por el beneficio del pueblo, siendo la felicidad del pueblo el fin último de su lucha.
Cuarto, en el centro del modelo político se encuentran el liderazgo del Partido, la gestión del Estado y el derecho del pueblo a ser el dueño del país.
La democracia es la esencia del socialismo; es tanto su objetivo como su motor. Construir una democracia socialista y asegurar que el poder realmente pertenezca al pueblo es una tarea importante y a largo plazo de la revolución vietnamita. El país aboga por la promoción incesante de la democracia, la construcción de un Estado de derecho verdaderamente socialista del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, sobre la base de una alianza de trabajadores, campesinos e intelectuales dirigida por el PCV.
Cinco, el liderazgo del Partido Comunista es el factor decisivo para el éxito del proceso de Renovación y el desarrollo del país según la orientación socialista.
Vietnam presta especial atención a la construcción y rectificación del Partido, por considerarla una tarea clave para el Partido en sí y el sistema socialista. Al ser consciente de que los riesgos para el partido gobernante son la corrupción, la burocracia y la degradación, especialmente en las condiciones de la economía de mercado, el PCV ha exigido renovarse y autorregularse frecuentemente, y luchar contra el oportunismo, el individualismo, la corrupción, burocracia, despilfarro y degradación moral entre las filas partidistas y en todo el sistema político.
Finalmente, el secretario general del PCV afirmó que tanto la teoría como la práctica muestran que la construcción del socialismo implica establecer un tipo de sociedad cualitativamente nueva, lo cual no es simple ni fácil. Por lo tanto, además de determinar las pautas y direcciones correctas, asegurando el papel de liderazgo del Partido, es necesario promover con fuerza el rol de la creatividad, el apoyo y la participación activa de la población. La fuerza del pueblo es lo que asegurará la victoria y el desarrollo para construir y defender la Patria Socialista./.