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“Así como un río tiene una fuente, hay agua, si no hay fuente, se seca; el árbol sin raíz, muere. La persona revolucionaria debe tener una moral revolucionaria, sin ella, aunque sea talentosa, no puede liderar al pueblo”. (Presidente Ho Chi Minh) |
El Presidente Ho Chi Minh ha legado a las nuevas generaciones una herencia espiritual extremadamente valiosa, que es la era de Ho Chi Minh, el pensamiento, el estilo y especialmente la moral de Ho Chi Minh.
El Presidente Ho Chi Minh, fundador, entrenador y desarrollador del Partido Comunista de Vietnam, enfatizó una vez: “El Partido no es una organización para mandarines o una mina de oro, debe cumplir la tarea de la liberación nacional, hacer que el país sea rico y próspero y que su gente sea feliz”.
Así como un río tiene una fuente, hay agua, si no hay fuente, se seca; el árbol sin raíz, muere. La persona revolucionaria debe tener una moral revolucionaria, sin ella, aunque sea talentosa, no puede liderar al pueblo.”
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El presidente Ho Chi Minh se reúne con el Comité Permanente del Comité Central del Partido Comunista para elaborar planes de los ataques estratégicos Invierno-Primavera 1953-1954 y la Campaña de Dien Bien Phu, en la comuna de Phu Dinh, distrito de Dinh Hoa, provincia de Thai Nguyen, a finales de 1953. (Foto: Archivo/VNA) |
Para cumplir esta tarea, los revolucionarios en general, y los cuadros, funcionarios y militantes en particular deben hacer esfuerzos constantes y fortalecer la ética revolucionaria, la cual, según el pensamiento de Ho Chi Minh, se caracteriza por la fidelidad absoluta con el país y el pueblo, el amor hacia la persona, la imparcialidad, y el internacionalismo puro.
En general, la ética revolucionaria es un compromiso de por vida para luchar por el Partido y por la revolución. Deben poner los intereses del Partido y los trabajadores por delante de sus propios intereses, servir al pueblo con todo el corazón, aprender el marxismo-leninismo, utilizar la autocrítica y la crítica para mejorar sus ideas.
Desde los días de preparación política, ideológica y organizativa para el nacimiento del Partido Comunista de Vietnam, el presidente Ho Chi Minh dejó en claro los requisitos sobre las cualidades morales y la competencia de los cuadros revolucionarios, incluidos los 23 mandamientos. Ho Chi Minh pidió a los revolucionarios que sepan corregir sus errores, estudiar constantemente, sin arrogancia, cumplir lo que se promete, sacrificarse, mantener firme la ideología, ser valiente y obedecer al colectivo.”
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El presidente Ho Chi Minh en la Plaza Ba Dinh en 2 de septiembre de 1945 (Fuente: VNA) |
Junto con la moral, los revolucionarios deben tener talento porque, según el presidente Ho Chi Minh, tener virtud sin talento es inútil. Por lo tanto, los funcionarios y militantes deben cultivar las habilidades profesionales, entrenarse y mejorar sus destrezas para reunirse y atraer a las masas, cumpliendo con éxito las tareas asignadas.
Para el pueblo vietnamita, el presidente Ho Chi Minh siempre es un brillante símbolo de la moral revolucionaria y sacrificio, quien consagró su vida a la causa revolucionaria del Partido y de la Nación, sirviendo de todo corazón a la Patria y al pueblo.
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El Presidente Ho Chi Minh en su viaje a Viet Bac (1951) (Foto: Archivo/VNA) |
Nacido y criado cuando el país era invadido y las personas sufrían miseria, el joven Nguyen Tat Thanh, de 21 años, decidió salir a buscar una manera de salvar al país. Tras treinta años de viajes por el extranjero, llenos de dificultades, siempre persistía en lograr un objetivo noble: “Libertad para mi pueblo, independencia para mi país, eso es todo lo que deseo y todo lo que hago.”
Después de regresar a la Patria y establecer el Partido Comunista de Vietnam, con pautas sabias y decisiones oportunas y creativas, el Presidente Ho Chi Minh y el Partido lideraron la revolución vietnamita a superar numerosas dificultades, construir organizaciones y fuerzas, y realizar con éxito la Revolución de Agosto. Y durante las décadas posteriores, hasta que cerró sus ojos, el Presidente Ho Chi Minh dedicó su vida a luchar por la independencia, la reunificación nacional, brindando libertad y felicidad a la gente.
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El Presidente Ho Chi Minh en su viaje a Viet Bac (1951) (Foto: Archivo/VNA) |
No solo se dedicó a la causa de la liberación nacional, el presidente Ho Chi Minh también hizo sus mejores esfuerzos en la lucha de la humanidad progresista por la conciencia y la dignidad humana. Por tal motivo, no solo el pueblo vietnamita, sino también la gente del mundo, le ama y siente por él respeto y buenos sentimientos.
Imbuidos con el pensamiento de Ho Chi Minh sobre la moral revolucionaria, durante más de 90 años de construcción y desarrollo del Partido, la mayoría de los cuadros y militantes promovieron esta virtud.
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El Presidente Ho Chi Minh visita a agricultores de la provincia de Bac Can en 1950. (Foto: Archivo/VNA) |
La mayoría de los cuadros y militantes siempre cultivan y mantienen la ética revolucionaria, el patriotismo y los estilos de vida limpios. Son firmes ante las agitaciones nacional y mundial, y pioneros en el proceso de renovación y el cumplimiento de las tareas asignadas.
En particular, muchos funcionarios y militantes que operan en entornos complejos y condiciones difíciles han sido activos, creativos y audaces al pensar, hacer y asumir la responsabilidad ante el pueblo y el Partido, obteniendo una alta eficiencia y el reconocimiento de las masas, al contribuir a mejorar el prestigio y el papel de liderazgo del Partido en nuevas condiciones.
La mayoría de los cuadros y militantes tienen un alto sentido de organización y disciplina, acatan estrictamente las reglas del Partido, las leyes del Estado, las regulaciones locales, las agencias y las unidades.
Sin embargo, todavía hay una parte de cuadros y militantes que no tienen temperatura firme y son tentados por intereses materiales, incumplen su responsabilidad y provocan pérdidas graves a la causa revolucionaria.
En este contexto, durante los últimos años, se ha impulsado la campaña “estudiar y seguir el pensamiento, la moral y el estilo de Ho Chi Minh” y la implementación de la resolución del cuarto pleno del Comité Central del Partido del XII Congreso sobre el fortalecimiento del Partido y la prevención de las manifestaciones de autoevolución y autotransformación.
Cada cuadro y militante necesita cultivar constantemente la moralidad con acciones específicas en la vida diaria y al realizar sus deberes. Al mismo tiempo, debe ser ejemplo en el trabajo y la vida cotidiana.
En particular, antes del XIII Congreso del Partido, más que nunca, cada cuadro y militante debe esforzarse para merecer ser el líder y un servidor leal del pueblo.