Can Gio, parada de aves migratorias

Jueves, 02/12/2021 14:28
(PCV) - Nguyen Anh The ha pasado mucho tiempo observando aves migratorias raras, como el falaropo picofino (phalaropus lobatus) o el archibebe moteado (tringa guttifer) en los manglares y campos de sal a lo largo de la costa de Can Gio. Gracias a su paciencia, requerida para la observación de aves, este fotógrafo ha capturado momentos inolvidables de varias especies de aves.

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El bosque de manglares de Can Gio fue reconocido por la UNESCO en el año 2000 como la primera Reserva Mundial de la Biosfera en Vietnam. Con una superficie de más de 75 000 hectáreas, el bosque desempeña el papel de pulmón verde de Ciudad Ho Chi Minh y es el hogar de cientos de especies de plantas y animales terrestres y acuáticos, sobre todo la avifauna con más de 130 especies, entre ellas especies migratorias de diferentes hábitats, creando una vívida imagen de la naturaleza del lugar. 
Al llegar a la zona turística de Vam Sat, la isla de los monos o a lo largo de las rutas por el bosque, los visitantes podrán observar un martín pescador, con su llamativo plumaje azul y cuello blanco. (Foto: vnexpress.net)
Después de un viaje en automóvil de más de una hora, los turistas llegarán a un área remota cubierta de manglares hasta donde alcanza la vista, atravesada por botes y con el mar susurrando. Los amantes de la naturaleza y a la fotografía, en Can Gio pueden toparse con el anteojitos oriental (zosterops palpebrosus), un pajarito de plumaje amarillo oliva. (Foto: vnexpress.net)
El archibebe fino (tringa stagnatilis) tiene patas largas de color amarillo pálido, y a menudo busca alimento en los manglares. Además de las aves autóctonas, la zona costera de Can Gio también es el lugar de invernada para aves marinas, entre las que se cuentan varias especies raras y en peligro de extinción. Esta situación resulta tan especial que no es fácil de encontrar en otros lugares. (Foto: vnexpress.net)
El archibebe común (tringa totanus) es un ave marina migratoria de pico rojo recto con una punta negra. (Foto: vnexpress.net)
Una gaviota japonesa (larus crassirostris) está cerniéndose sobre una bandada de charranes caspios. Cada año, durante el largo viaje del Norte al Sur, a partir de finales de septiembre, comienzan a aparecer aves marinas migratorias y la densidad va aumentando hasta alcanzar en ocasiones miles de aves, que revolotean bulliciosas en la costa de Can Gio. (Foto: vnexpress.net)
Los observadores de aves con binoculares o equipos fotográficos gozan de la oportunidad de observar y capturar momentos de alimentación grupal, como la vista de bandadas del correlimos gordo (calidris canutus) que se reúnen en busca de alimento en los campos de sal. (Foto: vnexpress.net)
Los visitantes pueden hacer un viaje en barco por la bahía de Ganh Rai para ver la belleza de la costa de Can Gio, mientras las aves marinas siguen a la popa del barco en busca de comida. La forma de alimentarse de estas aves es volar continuamente y luego, de repente, sumergirse de manera directa en el mar para pescar. (Foto: vnexpress.net)
Entre las aves migratorias, es difícil ignorar la ternura y el encanto del chorlitejo (charadrius alexandrinus) que camina sobre la arena cubierta de conchas marinas. (Foto: vnexpress.net)
La aguja colipinta (limosa lapponica) es una especie migratoria relativamente común. (Foto: vnexpress.net)
 Dependiendo de la marea baja, las aves migratorias irán a la playa a alimentarse y cuando la marea esté alta, se concentrarán para descansar en la orilla o en los campos de sal cercanos. (Foto: vnexpress.net)
El falaropo picofino (phalaropus lobatus) es un pájaro pequeño, aproximadamente de la mitad del tamaño de un gorrión, pero pese a su reducido tamaño, recorre una distancia de más de 10 000 km desde el extremo noreste de Rusia hasta la costa de Can Gio, donde gran parte de su alimento se compone de moluscos y crustáceos. (Foto: vnexpress.net)
El archibebe moteado (tringa guttifer), un ave con una población mundial estimada de tan sólo 1 200 - 2 000 individuos, se encuentra al borde de la extinción. 
“El ecosistema de Can Gio es diverso, de ahí su originalidad, y necesita ser protegido en su estado original para crear un hábitat ideal y una parada para las aves del lejano norte en su migración anual”, dijo Nguyen Anh The. (Foto: vnexpress.net)
PCV (Fuente: vnexpress.net)

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