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El área de venta de flores y plantas ornamentales. Foto: Cam nang Hai Phong |
Originalmente, el mercado de Hang formaba parte de Du Hang, un antiguo pueblo construido en el siglo XVII, pero el proceso de urbanización se extendió a la periferia, por lo que ahora este lugar se encuentra en el centro de la ciudad, concretamente en el barrio de Du Hang Kenh, distrito de Le Chan.
Anteriormente, el mercado se celebraba los días quinto y decimoquinto de cada mes lunar. Ahora, se efectúa también los domingos por la mañana. Lo original de esta feria, en comparación con las de otras zonas, consiste en que la mayoría de los vendedores no son comerciantes profesionales.
Según la tradición se venden plantas y animales domésticos, pero también herramientas agrícolas y utensilios tradicionales poco vistos ahora en las ciudades, como cestas de bambú, redes de captura de camarón o matamoscas, muy conocidos por quienes han vivido más, pero raros para los jóvenes. Tal vez, a causa de estos objetos, el mercado es un verdadero museo viviente de la antigua campiña vietnamita. Nguyen Huu Kha, un cliente de la provincia norteña de Hai Duong, dijo: “A mí me gusta este mercado porque encuentro el alma nacional. Aquí, nos sumergimos en el ambiente del campo de antaño y puedes encontrar una gran cantidad de productos artesanales y locales. Acabo de comprar una pala de agua de bambú tradicional”.
El mercado de Hang atrae, por supuesto, a los habitantes locales, pero también a los visitantes más curiosos, ávidos de un cambio de aires y buenas ofertas. La actividad de compraventa es animada y el ambiente es muy auténtico. También se encuentran comerciantes profesionales, quienes traen artículos que ya no quieren y que esperan vender o canjear, y personas que solo están allí por el placer de pasar un buen rato. Según Doan Huu Gia, que vive en el distrito de Le Chan: “Es un mercado folclórico. Los agricultores locales están felices de tener un lugar para vender sus productos, animales o plantas. Vengo aquí todos los domingos”.
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Cachorros a la venta en el mercado. Foto: laodong.vn |
Este mercado se divide en varias áreas de venta. El sector de los peces de acuario se establece a ambos lados de la carretera que conduce al sitio y el de las flores y las plantas es un espectáculo digno de contemplar. Sin embargo, el área que llama más la atención de los concurrentes es la de las crías de animales de corral como cerdos, perros, aves, patos, gatos, conejos, roedores, tortugas y grillos. El piar de las crias, los gatos de tres colores y las variedades de perros que allí se exhiben conforman un atractivo cuadro para los visitantes extranjeros, a quienes les encanta tomar fotos de recuerdo. Nguyen Quang Tien, un excursionista de Hanói, dijo que el mercado campestre ofrece bienes que no se encuentran en otros lugares. “Vine aquí para comprar plantas, gallinas y otras aves. En este sitio también puedo conseguir gallos de Dong Tao, cuya carne es muy apreciada”, expresó.
En el mercado, los clientes pueden toparse con artículos variados, viejos objetos a precios baratos como bombillas de lámpara de petróleo, mechas, rollos de hilo y agujas y otros de uso moderno como teléfonos, aparatos de audio, computadoras, perforadoras y bombas de agua, entre otros. A veces, los precios no son importantes, ya que todas las compraventas tienen más bien el sentido cultural propio del mundo rural.
En medio de la bulliciosa vida cotidiana, el mercado de Hang en Hai Phong es del todo singular. No solo es un punto de encuentro para adquirir e intercambiar productos, sino también para establecer una conexión entre el presente y el pasado. Quizás por ello cada vez hay más personas que lo visitan a la búsqueda de un destino cultural comunitario.