En su cocina, donde se amontonan sacos de arroz y café, H'Krong realiza un ritual de agradecimiento a las deidades por haberle dado buenas cosechas. Las ofrendas son sencillas e incluyen solamente una jarra de alcohol, un gallo hervido, frutas y verduras recogidas de la huerta.
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La señora H'Krong realiza un ritual de agradecimiento a las deidades por haberle dado buenas cosechas. |
La celebración del arroz nuevo es un rito esencial en la vida espiritual de los Mnong para orar por una vida mejor el próximo año, explicó H'Krong. “Antes celebrábamos solo el arroz nuevo, pero ahora también hay café. Así, después de la cosecha traemos a casa todas las herramientas agrícolas y organizamos una ceremonia para agradecer a las deidades y pedirles que velen por nuestra salud y nuestras próximas cosechas”.
Además de estos rituales de adoración, los Mnong de Nam Nung conservan muchas otras tradiciones culturales. Todavía tocan gongs y batintines y cantan viejas canciones en las fiestas tradicionales de su poblado, continúan tejiendo brocados y haciendo cestería. Y Nhan, un cestero respetado en la comuna, compartió: “Tan pronto como tengo tiempo, después de trabajar en el campo, tejo canastas, capotas y forjo herramientas de trabajo agrícola. Es principalmente para mi familia, pero si alguien quiere comprar mis productos con gusto los vendo”.
Con el fin de mostrar la belleza de la cultura tradicional y conservarla, las autoridades locales introdujeron a la población al turismo comunitario. Los aldeanos han formado así grupos especializados: algunos se encargan del alojamiento de los turistas, otros cocinan sus comidas típicas y los demás ofrecen espectáculos de artes tradicionales. También se ha creado una cooperativa de tejido brocado y otra para la elaboración de alcohol, que venden en el mercado. Sobre esta experiencia, Y Kreu, subjefe de la aldea Yok Ju, dejó saber: “Este modelo de turismo comunitario nos permite preservar nuestra identidad cultural, nuestro saber hacer tradicional y nuestro arte culinario ancestral, pero también promover entre los turistas productos locales como el café, las frutas y verduras. Los turistas están contentos y los pobladores también, ya que es una fuente de ingreso adicional considerable”.
Nam Nung fue un bastión importante durante la guerra de resistencia antifrancesa y antiyanqui. Esta es una de las razones por las que el sitio fue incluido en el circuito turístico “Epopeya de Agua y Fuego”, a fin de inculcar la tradición histórica de la nación a los habitantes y sobre todo a los jóvenes.
Al poseer un paisaje poético con campos de arroz al pie del volcán, bosque, numerosas cascadas y huertas, Nam Nung es un destino ideal para los turistas que desean disfrutar de los servicios del turismo comunitario y descubrir el Geoparque Global de Dak Nong.