Más ayuda para los sectores necesitados
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La videoconferencia entre el primer ministro de Vietnam y las empresas y localidades del país sobre las medidas en apoyo al empresariado nacional en el contexto de la COVID-19. (Foto: VGP) |
La Resolución 406 afecta de modo directo y positivo a las pequeñas y medianas empresas, y a las familias y los particulares negociantes en las localidades a nivel distrital. Estas últimas son consideradas la columna vertebral de la economía vietnamita, por representar un alto porcentaje de la misma, y también son las más vulnerables a las olas epidémicas. Según cálculos del Ministerio de Finanzas, más del 90 % de las compañías activas en este país se benefician de una reducción del 30 % del impuesto empresarial. La mayoría de ellas son pequeñas y medianas empresas. Por otro lado, se estima que cerca de cuatro millones de hogares y personas dedicadas a los negocios están exentos del tributo personal y del impuesto al valor añadido en el último semestre de este año. Se calcula que las disminuciones y exenciones de tarifas impositivas que se aplican según la Resolución 406 totalizan 20 billones de dongs, o sea más de 879,6 millones de dólares.
Esta medida es apreciada no sólo por su impacto económico, sino también por su valor humanista. Por un lado, permite bajar los precios de los productos y servicios, y promover el consumo, la producción y el comercio; por el otro, ayuda a las empresas a reducir los gastos, mientras la mayoría de ellas enfrenta dificultades en cuanto a la liquidación.
De acuerdo con el secretario general de la Asociación de Procesadores y Exportadores de Productos Pesqueros de Vietnam (VASEP), Truong Dinh Hoe, la resolución que acaba de entrar en vigor constituye un gran estímulo para las empresas. A su vez, Vo Viet Hung, director de la Sociedad Anónima CP, especializada en el procesamiento de alimentos de Hanói, opinó: “Este paquete de rescate no es meramente un apoyo financiero. Es como una dosis de vacuna, algo muy importante para la subsistencia en el contexto epidémico. Las compañías pueden hacer uso de las disminuciones y exenciones de impuestos para invertir en la mejora de su tecnología, así como en los estudios sobre el mercado, y especialmente en la transformación digital”.
Prioridad al despliegue de los mecanismos y políticas prácticos
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La cadena de producción y ensamblaje de repuestos para cocinas a gas de la empresa Paloma Vietnam VSIP Hai Phong. (Foto: VNA) |
Desde el año 2020, el Gobierno vietnamita ha aplicado políticas de apoyo a las empresas y los pobladores en situaciones precarias a causa de los daños ocasionados por la COVID-19. El total de pagos de impuestos y cobros presupuestarios postergados, eximidos o disminuidos al tenor de las políticas adoptadas en 2020 fue de 129 billones de dong, equivalentes a más de 5,67 mil millones de dólares. En 2021, para continuar respaldando al empresariado y la ciudadanía, los poderes ejecutivo y legislativo de este país continúan aplicando extensiones del plazo de pagos de impuestos (del ingreso personal y empresarial y al valor agregado) y de alquileres para los sujetos damnificados por el nuevo coronavirus, además de disminuir las tarifas de importaciones sobre diversos grupos de mercancías. En lo que va de año, a través de estas medidas, el Gobierno vietnamita ha financiado un monto total de 138 billones de dong, o más de 6 mil millones de dólares.
En su intervención en la apertura del segundo periodo de sesiones de la Asamblea Nacional de la XV legislatura, el primer ministro Pham Minh Chinh reafirmó que continuará aplicando medidas a favor de la reanimación económica, incluidas las de asistencia a las empresas. El jefe del Ejecutivo dijo: “El Gobierno priorizará la implementación de mecanismos y políticas de asistencia prácticas y eficientes para ayudar a la ciudadanía y al empresariado a restaurar rápidamente el mercado laboral, impulsar la recuperación y el desarrollo de la producción y el comercio y garantizar la fluidez del abastecimiento y de la circulación de bienes y servicios. Todo sirve para la prevención y el control de la epidemia y promover el desarrollo socioeconómico”.
Las políticas y medidas de apoyo que el Gobierno ha aplicado desde los primeros brotes del nuevo coronavirus en febrero de 2020 son calificadas de oportunas y eficientes. Además de ser una gran fuente de aliento a las empresas, estas las ayudan a superar los obstáculos y las dificultades y a estabilizar las actividades productivas y comerciales, hacia su reactivación y despegue en el tiempo post pandémico.