Las estadísticas del Ministerio de Planificación e Inversión revelaron los aumentos de 5,03 % del Producto Interno Bruto (PIB), de 6,4 % de la producción industrial, de 4,4 % de las ventas minoristas totales de bienes y servicios de consumo, y de casi un 9 % del capital de inversión social en el primer trimestre. Además, los volúmenes de exportación e importación de mercancías se incrementaron un 12,9 % y un 15,9 %, respectivamente; el superávit comercial fue de 809 millones de dólares; los turistas internacionales a Vietnam aumentaron en casi un 90 %; y más de 34.600 nuevas empresas han sido establecidas.
El doctor Le Xuan Sang, director adjunto del Instituto de Economía de Vietnam, pronunció: “Estas tasas de crecimiento son como lo que esperaba. Es una señal alentadora y razonable dado el ritmo actual de la recuperación y apertura de la economía. En el contexto del aumento de los precios de los insumos, debido parcialmente al conflicto Rusia-Ucrania, estos logros demuestran los esfuerzos del Gobierno y las empresas”.
Por su parte, el economista Le Duy Binh, director ejecutivo del Centro de Investigación Económica de Vietnam, comentó: “Son las evidencias de cuánto nos esforzamos. El aumento de 5,03 % del PIB para el primer trimestre de este año muestra que nuestra economía se ha recuperado muy bien y que las políticas de adaptación proactiva y flexible con el coronavirus y de vacunación generalizada han funcionado. Estos son factores que cambian el juego, devuelven la economía a la trayectoria de crecimiento y sientan una buena base para el próximo año. Desde otro ángulo, también podemos aminorar los efectos desfavorables del mercado global, como el aumento de los precios de las materias primas”.
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El economista Le Duy Binh, director ejecutivo del Centro de Investigación Económica de Vietnam. (Foto: VOV) |
Según muchos expertos, el 5,03 % es una alentadora tasa, pero es solo el nivel promedio en comparación con el resto del Sudeste Asiático. Las instituciones financieras pronostican que la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático en general tendrá una tasa de crecimiento de alrededor del 5 %, lo que significa que lo alcanzado por Vietnam será un poco más alto. Sin esfuerzos sobresalientes, será difícil para el país reducir la brecha de desarrollo con las principales economías de la región.
Según cálculos, el Gobierno, el empresariado y el pueblo en su conjunto deberán aspirar a una tasa de crecimiento medio en torno al 7 % en el segundo, el tercer y el cuarto trimestre para alcanzar la meta del 6,5 % para todo el año. De acuerdo con Nguyen Bich Lam, exdirector de la Oficina General de Estadísticas del Ministerio de Planificación e Inversión, a fin de conseguir dicho objetivo, Vietnam debe tener en cuenta algunos desafíos, como el aumento en los precios de los alimentos para el ganado y de petróleo y gas, los problemas en el desembolso y la implementación de proyectos de construcción, y la lenta recuperación de las demandas. En cuanto al sector empresarial que contribuye con más del 60 % del PIB, se registran 62 mil compañías que han sido establecidas o vuelto a operar, pero el número de las cerradas equivale a más de la mitad de dicha cifra (35,7 mil), lo que muestra las dificultades que enfrentan las empresas, especialmente en el contexto actual con el covid-19 y el conflicto Rusia-Ucrania. Este sector debe recibir una atención y ayuda especial, agregó el experto.
Compartiendo esta opinión, Tran Quy, director del Instituto de Desarrollo de la Economía Digital de Vietnam, expresó: “En el segundo trimestre, la economía de Vietnam se enfrentará a una serie de desafíos causados por la situación complicada en el mundo. Ese es el momento en que el Estado y el Gobierno deben fortalecer el apoyo a las empresas y las personas. En los últimos tiempos, gracias a su Programa de Recuperación y Desarrollo Socioeconómico y sus paquetes de asistencia oportunos y adecuados, hemos alcanzado un incremento de 5,03 % del PIB en el primer trimestre de 2022, mucho más que lo registrado en los dos años anteriores. Hay que promover este resultado en los próximos tiempos. Cuando el mundo experimenta muchas fluctuaciones y los precios son inestables, es muy importante estabilizar la vida de las personas. Asimismo, es necesario fortalecer la digitalización y la economía digital. Esto no es solo el trabajo del Gobierno y las administraciones, las empresas también tienen que transformarse para sobrevivir”.
El nuevo contexto económico necesita pautas y políticas más oportunas y flexibles con el fin de ayudar a las empresas y la economía a desarrollarse de manera sostenibles. Las macropolíticas deben ser ajustadas para hacer realidad la meta de crecimiento del 6,5 % en 2022.