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La francesa de origen vietnamita Tran To Nga, demandante del pleito contra 14 empresas químicas estadounidenses. (Foto: Anh Tuấn/VOV) |
En la historia de la humanidad, no ha habido una guerra química comparable en escala y duración con la que el ejército estadounidense desató en Vietnam durante el periodo 1961-1971. Esa cruel medida bélica ha dejado graves consecuencias para millones de vietnamitas y destruido el medio ambiente, algo que requerirá mucho tiempo, esfuerzo y dinero para superarlo.
Luchar para proteger los derechos humanos
En la mañana del 7 de mayo, el Tribunal de Apelación de París abrió una audiencia para la demanda de la franco-vietnamita Tran To Nga. Más de 200 personas, tanto de nacionalidad vietnamita como francesa, participaron en la campaña de apoyo a la demandante. La presencia de varios parlamentarios franceses y de la prensa demuestra también que la opinión pública francesa está muy interesada y apoya a la ciudadana To Nga en este proceso.
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Sandrine Rousseau, parlamentaria del partido Los Verdes. (Foto: Anh Tuấn/VOV) |
Sandrine Rousseau, parlamentaria de los Verdes (Francia), destacó: “Como ecologista, apoyo plenamente a Tran To Nga y espero que gane su demanda. Utilizaré toda mi influencia para ayudarla a ganar el pleito, no sólo en términos de justicia, sino también desde un punto de vista político, con reconocimiento, compensación y reparación de daños”.
El joven Tom Tallieu consideró que el apoyo a To Nga es necesario cuando las consecuencias del Agente Naranja todavía afectan a millones de personas.
“He movilizado el apoyo de mis amigos porque no sabían lo que estaba pasando en Vietnam. Habían oído hablar de las bombas Napalm, pero casi nada del Agente Naranja. Hoy en día, todavía hay muchas personas que sufren cáncer y deformidades debido a esa sustancia nociva. Con una demanda como ésta, podemos cambiar la forma en que operan las empresas químicas, y eso es necesario”, expresó.
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Tom Tallieu apoya la lucha de Tran To Nga por la jussticia. (Foto: Anh Tuấn/VOV) |
La lucha de la mujer de más de 80 años de edad por la justicia y similares procesos de las víctimas vietnamitas del Agente Naranja/Dioxina contra las compañías químicas estadounidenses, en general, son consistentes con la tendencia general actual de la humanidad para proteger los derechos humanos. Se trata del derecho a vivir y el derecho a disfrutar de la felicidad. Obviamente, las víctimas de la dioxina se ven privadas de esos derechos fundamentales. Muchos vietnamitas infectados con esa sustancia química han quedado discapacitados debido a daños en los nervios, parálisis y ceguera... Muchos de sus hijos y nietos han quedado discapacitados desde el nacimiento, debido a las secuelas del mismo veneno que afectaron a sus padres y abuelos. Mientras tanto, los que crearon ese terrible desastre del Agente Naranja/dioxina siempre pregonan que son defensores de los derechos humanos.
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Fuera de la sede del Tribunal de Apelación de París. (Foto: Anh Tuấn/VOV) |
Política coherente sobre el apoyo y la atención a las víctimas de la dioxina
Desde hace décadas, el Partido Comunista y el Estado de Vietnam han adoptado e implementado políticas especiales para aliviar el dolor de las víctimas del Agente Naranja/dioxina. Cada año, el Estado gasta más de 10 billones de dong (más de 420 millones de dólares) en subsidios mensuales, atención médica, rehabilitación de las víctimas y apoyo a las zonas especialmente difíciles y gravemente afectadas por esta sustancia química. Más de 320 000 personas que participaron en la guerra de resistencia y sus hijos que fueron infectados con este producto químico tóxico se benefician de políticas preferenciales como quienes hayan prestado servicios meritorios a la revolución. Los hogares con personas discapacitadas, incluidos los de las víctimas de la dioxina, tienen derecho a seguro médico y a exámenes y tratamientos médicos gratuitos. Mientras tanto, 12 aldeas de la Paz y de la Amistad y numerosos otros centros atienden a miles de víctimas, principalmente niños deformes, debido a los efectos de la dioxina.
Hace 20 años, el 10 de enero de 2004, se estableció la Asociación de Víctimas Vietnamitas del Agente Naranja/dioxina con la función de proteger los derechos de las mismas y ser su representante legal en las relaciones con las organizaciones e individuos en el país y en el extranjero.
Luchar por la justicia y la moralidad de las víctimas del Agente Naranja/dioxina significa luchar por proteger los derechos humanos básicos. Aunque todavía los vietnamitas tenemos que atravesar dificultades y complejidades, no desfallecemos en estos esfuerzos, si no que continuaremos hasta conseguir la justicia.