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Trabajadores en una línea de ensamblaje en Pekín, China. (Foto: VNA) |
En el tercer trimestre de 2024, los préstamos de inversores extranjeros se redujeron en 8100 millones de dólares, y la IED total en China en los primeros 9 meses del año disminuyó casi 13 000 millones de dólares en comparación con el mismo período del año anterior. Este es el tercer año consecutivo en que China experimenta una caída en la IED tras alcanzar un máximo histórico en 2021.
La reducción de la inversión extranjera se debe a las crecientes tensiones geopolíticas y a las preocupaciones existentes sobre las perspectivas de crecimiento económico en China. Así, las grandes corporaciones trasnacionales se encuentran bajo una gran presión, ya que las tensiones entre Estados Unidos y China continúan intensificándose, siendo esta la principal preocupación de las empresas estadounidenses que operan en China, según Allan Gabor, presidente de la Cámara de Comercio Americana en Shangai.
El año 2024 ha sido testigo de la reducción o retirada total de varias empresas internacionales del mercado chino. Fabricantes de automóviles como Nissan y Volkswagen han reducido su escala de operaciones; las corporaciones japonesas Konica Minolta y Nippon Steel también han anunciado su salida de una empresa conjunta en China desde julio y el gigante tecnológico IBM ha decidido cerrar su grupo de investigación de hardware en el país, cierre que ha afectado a unos 1000 empleados.
Ante esta situación, el gobierno chino ha puesto en marcha varias medidas de estímulo desde finales de septiembre para atraer nuevamente a los inversores extranjeros y que han mostrado algunos resultados positivos, con el valor de las acciones en manos de inversores extranjeros aumentando más del 26 % en comparación con agosto. Además, el índice bursátil chino también aumentó cerca del 21 % en septiembre gracias a las citadas medidas.
Por otra parte, mientras la IED en China disminuye, la inversión hacia el exterior de las empresas chinas está en auge. Según datos de la Administración Estatal de Divisas, en el tercer trimestre, las empresas chinas aumentaron su inversión en activos en el extranjero en 34 000 millones de dólares, elevando el total de la inversión extranjera directa a 143 000 millones de dólares desde principios de año. Esta es la tercera cifra más alta en la historia para el mismo período.
Empresas chinas como BYD están expandiendo rápidamente su presencia en varios mercados internacionales para obtener materias primas y aumentar su capacidad de producción y se espera que esta tendencia continúe, si bien varios países, incluidos los Estados Unidos, están intensificando los aranceles sobre productos exportados desde China, como el acero. Además, Estados Unidos está considerando imponer sanciones a todas las importaciones procedentes de China.
No obstante, aunque China ha implementado numerosas medidas para estimular la IED, el entorno de inversión sigue enfrentando múltiples desafíos. Las tensiones comerciales y los factores geopolíticos están llevando a las empresas internacionales a reconsiderar sus estrategias de inversión en China.
En este contexto, el aumento de la inversión en el extranjero por parte de empresas chinas se puede ver como una estrategia para mitigar riesgos y expandir mercados y por otra parte, mantener la atracción de la IED en China sigue siendo un factor clave para garantizar un crecimiento económico sostenible en el futuro.