Esas son algunas de las metas de la Estrategia nacional para la prevención y control del daño provocado por el tabaco hasta 2030 que fueron dadas a conocer el 8 de junio en una conferencia celebrada en Hanói por el Ministerio de Salud de Vietnam.
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Escenario del evento. (Fuente: PCV) |
El plan estipula además prevenir el uso del cigarrillo electrónico, las shisha (cachimbas) y otros nuevos productos derivados del tabaco en la comunidad.
Según el viceministro de la cartera Tran Van Thuan, el tabaco es el único producto legal que mata a la mitad de sus consumidores y a cientos de miles de otros no fumadores. La tasa de mortalidad diaria por el tabaquismo es aproximadamente 21 000 personas y de media, una persona muere cada cuatro segundos a esa causa.
Aparte de las pérdidas económicas por el tratamiento de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo, los fumadores tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones de salud graves por la COVID-19 que los no fumadores, como señaló un estudio de expertos la Organización Mundial de la Salud en 2020.
Al intervenir en la cita, el viceministro de Salud de Vietnam Tran Van Thuan resaltó que el país indochino es uno de los con mayor número de fumadores en el mundo y la aparición ilegal de cigarrillos electrónicos y shisha en el mercado vietnamita está incrementando la cantidad de consumidores de tabaco, debido a la influencia de esos productos entre los jóvenes.
A fin de mejorar la eficacia de la prevención y el control de los daños causados por el tabaco, el Gobierno vietnamita aprobó la Estrategia nacional para la prevención y control del daño del tabaco hasta 2030, la cual, según Van Thuan, no solo afirma el compromiso del Poder ejecutivo en la prevención y control del daño del tabaco, sino también traza orientaciones para facilitar la ejecución de esa labor.
En el evento, los delegados expresaron su acuerdo con la importancia de esta estrategia, la cual debe contar con la coordinación entre ministerios, sectores y organizaciones sociopolíticas, resaltando la necesidad de completar mecanismos, políticas y leyes sobre la prevención y control del daño provocado por el tabaco, así como ampliar la información y educación.
Asimismo, acordaron que las autoridades deben reforzar la inspección y sanción de violaciones relacionadas con la prevención y contención del daño del tabaco, y establecer un plan para aumentar los impuestos sobre productos de este tipo.