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| (Foto ilustrativa: VNA) |
La Actualización de diagnóstico sistemático del país del Banco Mundial, titulada "¿Cómo florecerá Vietnam? Reformando las instituciones para una implementación efectiva", enfatiza que el modelo de crecimiento tradicional de Vietnam enfrenta grandes desafíos por la pandemia, la desaceleración de la globalización y la creciente vulnerabilidad del país a los choques externos, en especial, los riesgos climáticos.
Después de identificar una serie de respuestas políticas y prioridades de reforma, muchas de las cuales no son nuevas, el informe argumenta que la adaptación de las instituciones será la clave del éxito.
El PIB per cápita de Vietnam se ha quintuplicado en las últimas tres décadas, mientras que sus instituciones no se han adaptado a la misma velocidad desde el Doi Moi (Renovación) de fines de la década de 1980”, según Carolyn Turk, directora del Banco Mundial para Vietnam.
“Una serie de reformas institucionales pueden ayudar al país a evitar la trampa del ingreso medio al aumentar su eficiencia para responder a los nuevos y complejos desafíos nacionales e internacionales”, afirmó Turk.
Vietnam ha implementado sus prioridades de desarrollo de manera desigual durante los últimos 35 años. De un lado, ha superado las expectativas en cuanto a apertura comercial e inclusión social, pero, por otra parte, se ha rezagado de manera considerable en la promoción del crecimiento verde y la mejora de la infraestructura básica nacional. Tal variabilidad se explica por sus instituciones que no siempre han estado bien preparadas para abordar prioridades de desarrollo cada vez más complejas, a menudo transversales, o para facilitar la transición a una sociedad de mayores ingresos. Adaptar y modernizar las instituciones existentes es una prioridad clave de la estrategia de desarrollo socioeconómico adoptada por el Congreso del Partido en febrero de 2021.
Mejorar la situación requerirá cinco reformas institucionales, sostiene el informe. Vietnam necesitará crear un ancla institucional sólida que transforme las prioridades de desarrollo en acciones concretas, agilizar los procesos administrativos para aumentar la eficacia del gobierno en todos los niveles, utilizar instrumentos basados en el mercado para motivar a las partes públicas y privadas, hacer cumplir las normas y reglamentos para mejorar la motivación, la confianza y la equidad, y participar en procesos participativos para asegurar una mayor transparencia y rendición de cuentas.
Vietnam ya se transformó de una de las economías más cerradas del mundo a una de las economías más abiertas durante las décadas de 1990 y 2000. Pero el camino desde los ingresos medios bajos hasta los ingresos altos será mucho más desafiante. Al adoptar estas reformas institucionales de manera más sistemática, Vietnam respaldará su visión de desarrollo económico, fortalecerá su capacidad para implementar estrategias nacionales y aumentará su motivación para producir resultados en varias áreas clave: crecimiento verde, transformación digital, inclusión financiera, protección social e infraestructura, así como la modernización, lo que ayudará a lograr sus objetivos de desarrollo./.