El Banco Mundial acaba de hacer público su último informe de actualización económica del Banco Mundial, denominado "Hacer que la inversión pública funcione para el crecimiento", publicado el 10 de agosto.
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Foto ilustrativa. (Fuente: VTC) |
El informe señala que un entorno externo desafiante y una demanda interna más débil están provocando una desaceleración del crecimiento económico en Vietnam, que se redujo del 8 % en 2022 al 3,7 % en el primer semestre de 2023, sin embargo, prevé un crecimiento moderado del 4,7 % para 2023, acelerándose gradualmente al 5,5 % en 2024 y al 6,0 % en 2025.
Además, pronostica que la demanda interna sea el principal motor del crecimiento en 2023, aunque se modere. El consumo privado seguirá resistiendo, creciendo un 6 % interanual en 2019, aunque por debajo de su crecimiento anterior a la pandemia del 7 % interanual, y contribuyendo con 3,4 puntos porcentuales al crecimiento del PIB.
La inversión contribuirá con 1,8 puntos porcentuales al crecimiento y se espera que la inversión privada siga siendo moderada debido a las incertidumbres en el entorno externo, creciendo un 4,3 % interanual en comparación con el 8,2 % interanual de 2019, contribuyendo con 1,2 puntos porcentuales al crecimiento del PIB.
Mientras, la inversión pública aumentaría un 9,5 % interanual, contribuyendo con 0,6 puntos porcentuales al crecimiento del PIB, pero compensando solo parcialmente la menor inversión privada.
Con la relajación de las condiciones de liquidez y los nuevos criterios del Banco Estatal de Vietnam sobre la moratoria de préstamos, se espera que disminuyan las restricciones financieras en los sectores de bienes raíces y construcción, lo que respaldará una recuperación moderada de la inversión privada a partir de 2024.
“La economía de Vietnam se ve condicionada por factores internos y externos. Para impulsar el crecimiento económico, el gobierno puede respaldar la demanda agregada a través de una inversión pública efectiva, creando así puestos de trabajo y estimulando la actividad económica”, señala Carolyn Turk, directora de país del Banco Mundial para Vietnam. “Más allá de las medidas de apoyo a corto plazo, el gobierno no debe perder de vista las reformas institucionales estructurales, incluidos los sectores energético y bancario, ya que son imprescindibles para el crecimiento a largo plazo”.
El Banco Mundial sugiere que la política fiscal debería garantizar una mejor ejecución del presupuesto destinado a inversiones para 2023 de tal manera que, si se invirtiera el total de dicho presupuesto, la inversión pública supondría un 7,1 % del PIB en 2023, del 5,5 % previsto en 2022, dando un impulso fiscal del 0,4% para apoyar la demanda agregada. El gobierno ha planificado un aumento interanual del 38 % en la inversión pública para 2023, equivalente al 1,6 % del PIB (como parte del Programa de Recuperación Socioeconómica 2022-2023).
El informe también recomienda que una nueva ronda de reformas estructurales ayudaría a mejorar la productividad y la sostenibilidad del crecimiento económico, contribuyendo a las ambiciones de Vietnam de convertirse en un país de altos ingresos para 2045.
A medio plazo, la política fiscal también puede ayudar a mejorar la sostenibilidad del crecimiento económico de Vietnam. Por ejemplo, la política fiscal puede ayudar a generar resiliencia al cambio climático al incentivar la producción y el consumo ecológicos con la puesta en marcha de impuestos al carbono y otros instrumentos fiscales, que incentivarían a las industrias a reducir su huella de carbono y adoptar prácticas más sostenibles.