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El proyecto de ferrocarril urbano n.º 3 (Nhon - Estación de Hanoi) está financiado con capital AOD del Banco Asiático de Desarrollo, la Agencia Francesa de Desarrollo, el Banco Europeo de Inversiones y el Gobierno francés. (Foto: VNA) |
El Dr. Jean-Philippe Eglinger del Instituto Nacional de Lenguas y Civilizaciones Orientales de Francia (INALCO) dijo que Francia fue uno de los primeros países en venir a Vietnam cuando la nación del sudeste asiático abrió sus puertas a la inversión y el comercio extranjeros a principios de la década de 1990. Los lazos bilaterales han registrado un gran progreso desde entonces, con la asociación estratégica establecida en 2013.
Las relaciones entre los dos países se han reforzado con un aumento de las visitas mutuas de alto nivel. La cooperación también se ha ampliado a nuevas áreas como la lucha contra el cambio climático, con la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) desempeñando el papel principal, señaló.
Sin embargo, sostuvo que los lazos económicos aún tienen que estar a la par con la sana relación política y el potencial de las dos economías.
Eglinger citó datos del Tesoro francés que muestran que la inversión de Francia en Vietnam se situó en alrededor de 2000-3800 millones de euros en 2022 (casi 2200-4200 millones de dólares al tipo de cambio actual). Francia ocupó el puesto 16 entre los inversores extranjeros en Vietnam y el tercero entre los europeos, después de los Países Bajos y Reino Unido.
El año pasado, el país europeo registró un déficit comercial de 5700 millones de euros con Vietnam, un aumento del 35 % desde 2021.
Para aumentar la presencia de las empresas francesas en Vietnam, recomendó que las dos partes mejoren las asociaciones en agricultura para hacer frente a los problemas de seguridad alimentaria, en nuevas tecnologías de la información para satisfacer la demanda de modernización en medio de la Cuarta Revolución Industrial y en atención médica para satisfacer la creciente demanda en Vietnam.
Mientras Vietnam está pasando de la inversión pública a la financiación privada o a la asociación público-privada, Francia debería alinear su plan financiero con nuevas orientaciones. También puede ayudar a equipar a los socios vietnamitas con habilidades en las áreas que sus socios desean desarrollar para enfrentar los desafíos futuros de la economía vietnamita, señaló Eglinger.
El experto percibió que la educación-formación es también un campo en el que la capacidad de Francia ha sido reconocida y valorada en Vietnam, y señaló que Francia está implementando aquí muchos programas de formación de talentos y nuevos proyectos que se basan en el establecimiento de incubadoras conjuntas para desarrollar startups en áreas potenciales.
También subrayó la necesidad de brindar capacitación inicial a los empresarios franceses que vendrán a Vietnam, y explicó que necesitan un conocimiento sólido sobre el idioma y la cultura vietnamitas para mantenerse seguros y activos en el país./.