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El Centro Nacional de Innovación en el Parque de Alta Tecnología Hoa Lac, Hanói. (Foto: nhandan.vn) |
Sin embargo, pocos meses después estalló la pandemia provocada por el nuevo coronavirus, provocando cambios profundos y globales en todos los ámbitos, desde la economía, la política y la sociedad hasta la seguridad.
La pandemia causó enormes daños, pero también creó un impulso sin precedentes para el desarrollo de nuevos sectores económicos, basados en la inteligencia artificial (IA) y la tecnología. En ese contexto, la debilidad de la economía vietnamita al entrar en la era de la Revolución 4.0, la falta de recursos humanos de alta calidad, se revela aún más claramente.
La razón es que el sistema económico tradicional está integrado por industrias como la textil, el calzado o el procesamiento de madera para mobiliario, que compiten con bajos costes y abundante mano de obra, aparentemente llegando al umbral de no rentabilidad, mientras que ha aparecido todo un grupo de nuevos sectores económicos con ventajas competitivas y productos y servicios diferentes y valiosos.
Para alcanzar las metas de desarrollo a medio y largo plazo, Vietnam necesita crear conexiones y promover que ambas estructuras productivas se integren entre sí, aprovechando las capacidades de cada una a fin de poder avanzar más rápidamente hacia el objetivo de convertirse en un país de renta media alta en 2030 y en un país próspero en 2045.
En este sentido, se están dando pasos para concretar los objetivos de desarrollo del país a partir de numerosas actividades en ámbitos socioeconómicos, como la promoción de la formación de ecosistemas de startups y ecosistemas de innovación.
Tras casi tres años desde su emisión, el proyecto Recursos Humanos para la Innovación - Ecosistema de Startups de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), en cooperación con el Ministerio de Planificación e Inversión, está haciendo una importante contribución a la creación de una mano de obra de alta calidad para que Vietnam mejore la productividad y la eficiencia y potencie así las nuevas ventajas competitivas de la nueva economía.
Las actividades del citado proyecto se centran en tres objetivos: refuerzo de las competencias digitales básicas, desarrollo del mercado de formación en competencias digitales y la puesta en marcha soluciones financieras innovadoras para la educación, con la participación activa del Centro Nacional de Innovación (NIC).
Con el fin de avanzar en la formación de un ecosistema de innovación competitivo, es preciso formar recursos humanos de alta calidad en las industrias de la tecnología de la información, la ingeniería informática y la automatización.
Para ello, Vietnam debe contar con más mecanismos y políticas que despierten el deseo de la comunidad de contribuir, ayudando a que el ecosistema creativo y de startups se fortalezca de cara al futuro.