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La sede del Banco Mundial en Washington, Estados Unidos. (Foto: AFP/VNA) |
En la primera semana de abril, el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) publicaron simultáneamente sus pronósticos sobre el crecimiento mundial para 2023 y los próximos años. Además de señalar algunas señales positivas registradas en varias regiones y economías importantes, estas instituciones advirtieron sobre los preocupantes desafíos y riesgos que enfrenta la economía en general.
Señales alentadoras
El 4 de abril, el Banco Asiático de Desarrollo publicó un informe en el que aumentó el estimado de crecimiento de las economías en desarrollo de esta región para 2023. Eso es debido a las buenas perspectivas de la economía china luego de flexibilizar las medidas restrictivas aplicadas para prevenir la pandemia de covid-19 y decidir la reapertura de sus fronteras. En consecuencia, esta institución financiera vaticinó que las economías en desarrollo de Asia crecerán un 4,8% este año, por encima del 4,6% que predijo antes y del 4,2% registrado el año pasado. En particular, auguró que China, la economía más grande de Asia y la segunda más grande del mundo, crecerá un 5% este año, muy por encima del 3% alcanzado en 2022.
El mismo día el BM también elevó su pronóstico de crecimiento económico para este año en América Latina y el Caribe a 1,4%, un 0,1% más que su estimación publicada en enero pasado. Sus expertos estimaron que las economías de esta región se han recuperado hasta ahora a los niveles anteriores a la pandemia, y pronosticaron que el crecimiento del PIB de América Latina en 2024 y 2025 podría superar el nivel de 2,4%.
Mientras, Alemania, la mayor economía de la Unión Europea (UE), podría lograr un crecimiento positivo este año, aunque aún enfrenta múltiples dificultades y desafíos. Específicamente, la economía alemana crecerá positivamente en 0,3% este año. Para 2024 se prevé que el PIB del país germano vuelva a aumentar con fuerza, en un 1,5%. Previamente, algunos expertos dijeron que la economía germana incluso se contraería a una tasa negativa de 0,4% este año.
Según especialistas e instituciones económico-financieras internacionales, las señales positivas registradas en algunas regiones y principales economías del mundo motivará a las actividades de comercio e inversión a nivel mundial, contribuyendo a la recuperación del crecimiento. Sin embargo, advirtieron de los preocupantes desafíos y riesgos a los que la economía mundial debe hacer frente en el proceso de recuperación.
Piden cautela a los riesgos y desafíos
Según un informe del 5 de abril del BM, el crecimiento económico en el África subsahariana se desacelerará al 3,1% este año, desde el 3,6% del año pasado, mientras en toda la región seguirá siendo débil, debido a la inestabilidad de la economía global, el bajo rendimiento de las economías más grandes del continente, la alta inflación y la drástica caída de la inversión.
En cuanto a América Latina y el Caribe este organismo valoró que la integración de la región a la economía global continúa estando en un nivel muy bajo. Además, esta zona tiene muchas limitaciones para promover la inversión en infraestructura y servicios. De manera similar, en su último informe el BAD advirtió que el conflicto en Ucrania exacerbaría la inflación, conduciría a nuevas alzas en las tasas de interés y afectaría negativamente el ritmo de crecimiento y recuperación global.
En particular, según los últimos datos publicados por el Departamento de Comercio de Estados Unidos, el déficit comercial de la economía más grande del mundo continuó creciendo en febrero, marcando así el tercer mes consecutivo en que este siguió aumentando.
Por otro lado se pronosticó que Alemania logrará un crecimiento positivo del 0,3 % este año, pero su tasa de inflación se situará alrededor de un 6 %, una reducción insignificante en comparación con el nivel del 6,9 % el año pasado. Este hecho obliga a los bancos comerciales a mantener altas las tasas de interés, lo cual reduce la capacidad de acceso al capital para las empresas y ciudadanos.
En este contexto, expertos financieros advirtieron que las tensiones geopolíticas y la fragmentación geoeconómica aumentarán aún más los riesgos para la estabilidad financiera mundial, reducirán la inversión extranjera y debilitarán el sistema de pagos y la capacidad de préstamo de los bancos.
Para eliminar estos riesgos instaron a formuladores de políticas a que fortalezcan los mecanismos de respuesta a las crisis a través del mantenimiento de la coordinación entre las agencias centrales y locales. Además, dijeron, las economías deben consolidar las redes regionales de seguridad crediticia a través de sistemas de cambio de divisas o líneas de crédito bajo el patrocinio de instituciones internacionales como el FMI, y, al mismo tiempo, fortalecer de manera activa las provisiones para reservas de divisas, capital y liquidez en las instituciones financieras./.