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Jacquet Morisset, economista jefe del Banco Mundial en Vietnam. (Fuente: VNA) |
Con motivo del comienzo de 2022, Jacquet Morisset, economista jefe del Banco Mundial, concedió una entrevista al Periódico Digital del Gobierno sobre la situación macroeconómica en 2021 y las perspectivas económicas de Vietnam en 2022.
Según Jacquet Morisset, 2021 ha sido un año muy turbulento para Vietnam y la tasa de crecimiento del PIB se estima en solo un 2,58%. En un contexto en el que la COVID-19 está afectando seriamente a todos los sectores, esta es una tasa de crecimiento aceptable mientras se combate la pandemia y se mantiene la producción y los negocios.
“Se puede ver que el gobierno vietnamita está haciendo un buen trabajo aumentando la tasa de cobertura de vacunación en los últimos meses, incluso hay períodos en los que Vietnam alcanzó cifras de vacunación de más de dos millones de dosis al día. Además, Vietnam ha implementado de manera muy efectiva la restauración de áreas productivas y aunque aún existen limitaciones en el mercado laboral, se puede ver que la resiliencia del país indochino no deja lugar a dudas”, afirmó el experto.
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Foto de ilustración. (Fuente: Internet) |
De hecho, Vietnam ha aplicado una batería de medidas de política monetaria para apoyar la economía, tales como impulsar las actividades bancarias en línea, reducir las tasas de interés y los costos de constitución de los préstamos, así como la concesión de crédito a personas y empresas. Vietnam ha estado aplicando estas medidas durante bastante tiempo, lo cual es el camino correcto a fin de contribuir a apoyar a las empresas afectadas por la pandemia.
Sin embargo, una política monetaria muy expansiva también presenta riesgos, ya que el dinero puede fluir hacia los bolsillos de empresas débiles, provocando un aumento de las deudas incobrables. Además, a medida que aumenta la inflación mundial, una política de flexibilización excesiva puede elevar las presiones inflacionarias.
Por otro lado, Vietnam todavía tiene fortalezas y potencialidades, incluso la pandemia ha creado presión para que el país acelere el proceso de renovación. La COVID-19 ha ayudado a impulsar el proceso de transformación digital económica y esa es una buena señal para la economía. Se puede ver que actualmente el 60 -70% de las empresas vietnamitas están llevando adelante su transformación digital, mostrando así el dinamismo creativo y la adaptabilidad de la comunidad empresarial de Vietnam.
La situación de la pandemia también muestra la necesidad de diversificar las cadenas de suministro, y Vietnam es uno de los mejores candidatos para esta diversificación. En la actualidad, grandes empresas se han trasladado a Vietnam con el objetivo de diversificar sus cadenas de suministro con el fin de garantizar las actividades de exportación a otros países.
Vietnam tiene un gran atractivo para los inversores de IED, debido a su dinámica economía, una mano de obra en condiciones ventajosas y una cultura del trabajo duro y de la eficiencia y ofrece diversos incentivos fiscales, atrayendo así la atención de los inversores extranjeros, concluye Morisset./.