Europa, América Latina y el Caribe tienen una asociación de larga data basada en valores y compromisos compartidos con la democracia, el respeto por los derechos humanos y el Estado de Derecho. Estas dos regiones representan más de un tercio de los miembros de las Naciones Unidas y son poderosas fuerzas en el sistema multilateral, al tiempo que comparten una visión común de proteger el medio ambiente y el planeta.
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La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de Brasil, Lula da Silva, en Bruselas, el 17 de julio de 2023. (Foto: AFP) |
Visión compartida
Establecida en 2010, la CELAC es un bloque compuesto por 33 países de América Latina y el Caribe, cuya misión es fortalecer el diálogo político, la integración cultural y social, mejorar la calidad de vida de las personas y estimular el crecimiento económico. La primera Cumbre UE-CELAC tuvo lugar en Santiago de Chile (la capital de Chile) en 2013, centrada en la cooperación comercial, la promoción de la inversión de calidad en los campos social y ambiental. En la segunda edición, en Bruselas (Bélgica), en 2015, los líderes de las dos partes acordaron trabajar juntos por una sociedad más próspera, cohesionada e inclusiva.
Luego de 8 años de interrupción, esta tercera Cumbre se lleva a cabo en el contexto en que América Latina y el Caribe son mercados emergentes, que atraen muchos flujos de inversión extranjera directa (IED). Se espera que la conferencia cree una premisa para fortalecer las relaciones bilaterales basadas en valores comunes, porque América Latina, el Caribe y la UE tienen similitudes en la historia y ahora es el momento propicio para que las partes promuevan la cooperación y el desarrollo mutuo.
América Latina y el Caribe cuentan con las fuentes de recursos naturales que Europa necesita mientras que la primera busca aprovechar adelantos científico-tecnológicos del Viejo Continente para explotar más eficazmente sus recursos naturales disponibles. De cara a la tercera Cumbre en Bruselas, el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, afirmó que la UE y la CELAC tienen la misma voluntad de trabajar juntos hacia los objetivos en el futuro. El dirigente también hizo un llamado a los países miembros de los dos bloques para que se apoyen mutuamente para enfrentar los problemas globales.
Hacia un futuro sostenible
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) informó recientemente que la IED en esta región aumentó un 55,2% en 2022, hasta un récord de casi 224,58 millones de dólares. Entre los inversores extranjeros, la UE (excluidos los Países Bajos y Luxemburgo) aportó el 17%. Solo en 2022, el valor del intercambio comercial entre las dos regiones totalizó casi los 300 mil millones de dólares. Como un principal inversor extranjero en América Latina y el Caribe, la UE está implementando un proyecto de inversión que dura hasta 2027 en esta región, que se espera tenga un valor de alrededor de 10 mil millones de euros. Se trata de una inversión internacional en el marco del programa Global Gateway, una iniciativa de la Comisión Europea (CE) para aportar unos 300 mil millones de euros destinados a los proyectos de desarrollo sostenible, la transformación verde y digital a nivel mundial, incluida América Latina y el Caribe.
Según la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, el bloque continental duplicará su inversión en proyectos para el desarrollo sostenible en América Latina, centrándose en apoyar la gestión forestal sostenible y el desarrollo de energías renovables e infraestructura de energía limpia. La tercera Cumbre UE-CELAC dedicó la mayoría de las deliberaciones a los temas relativos al desarrollo verde e identificó soluciones para responder de manera conjunta a los desafíos globales.
Aunque promover la cooperación es la principal tendencia en las relaciones entre la UE, América Latina y el Caribe, de hecho, aún existen desacuerdos entre la UE y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), el quinto bloque económico más grande del mundo, que incluye Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.
Las dos partes llegaron a un acuerdo marco sobre un Tratado de Libre Comercio (TLC) en 2019, después de dos décadas de difíciles negociaciones. Sin embargo, este documento hasta el momento no ha sido ratificado debido a las preocupaciones europeas sobre la deforestación en la región amazónica. Además, algunos países europeos con fuertes sectores agrícolas, especialmente Francia, no quieren abrir sus mercados a los productos agrícolas del bloque sudamericano. Por lo tanto, una de las tareas claves de la Cumbre de Bruselas es allanar el camino para que la UE y el MERCOSUR alcancen un acuerdo de libre comercio.
A pesar de las diferencias, los líderes de la CELAC y la UE todavía tienen mucha fe en que esta Cumbre tendrá decisiones importantes para crear un ambiente favorable a fin de expandir aún más la cooperación entre las dos regiones en la solución de los desafíos globales comunes de manera conjunta, y en beneficio del desarrollo de las dos regiones y del resto del mundo.