Según los datos existentes, ¿cuál es el estado actual de los intercambios comerciales entre Vietnam y España y viceversa?
En el año 2021, Vietnam se situó en el puesto número 60 entre los destinos de las exportaciones españolas de bienes y servicios, alcanzando los 462 millones de euros. Las importaciones con destino a España y con origen en Vietnam, por su parte, alcanzaron los 2804 millones de euros y situaron al país en el puesto 27 del ranking. La realidad es que, desde que la coreana Samsung fabrica y exporta gran parte de su producción desde Vietnam, las importaciones no han parado de crecer. Las importaciones aumentaron en 2021 casi un 14% en relación con 2020, dada la recuperación de la venta de ropa y zapatos tras el fin de los confinamientos sufridos en España en 2020. Este ascenso reanuda la tendencia de las exportaciones vietnamitas, aunque todavía no se han alcanzado los niveles de 2019.
Históricamente, la balanza bilateral ha sido muy deficitaria y hay que tener en cuenta el contexto desde donde venimos. A pesar de la pandemia y los meses de confinamiento que sufrió Vietnam durante 2021, las exportaciones españolas siguieron aumentando, en concreto más de un 4% respecto a 2020. España cada vez exporta bienes y servicios de mayor valor añadido, por orden de importancia: manufacturas de hierro, productos farmacéuticos, pigmentos y preparaciones alimenticias. A su vez, hemos apreciado en los últimos meses un gran comportamiento del sector agroalimentario, con especial mención a los productos cárnicos, que están atrayendo el interés de los consumidores vietnamitas.
¿La puesta en marcha de la Cámara de Comercio de España en Vietnam contribuirá a incrementar la presencia de empresas españolas en Vietnam y por tanto, el volumen de negocio bidireccional?
Éste es, sin duda, uno de los efectos buscados con su creación. Las sinergias que se pueden generar entre el empresariado español afincado en Vietnam están siendo, posiblemente, infrautilizadas. La realidad es que, en los negocios, las relaciones sociales son fundamentales, y en un país como Vietnam todavía más. Un mayor contacto entre la comunidad española puede ayudar a detectar antes oportunidades, posibles colaboraciones, errores comunes y mejores prácticas empresariales. Los riesgos derivados de su existencia son muy limitados y los beneficios pueden ser numerosos.
A su vez, en la medida en que la Cámara de Comercio de España en Vietnam vaya alcanzando visibilidad y notoriedad, es muy esperable que se produzca un efecto arrastre por parte de empresas españolas. Muchas empresas verán el mercado vietnamita más atractivo, al asimilar que ya hay un grupo de empresas implantadas en el mercado y haciendo negocios con éxito en este mercado. También esperamos este efecto por el otro lado, un mayor interés por parte de las empresas y de los consumidores vietnamitas por el producto español, con la calidad europea, pero a precios más competitivos que el de muchos de nuestros vecinos.
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Néstor Santos Franco, Consejero Comercial de España en Vietnam. (Fuente: spanishchambervn.com) |
¿Qué sectores resultan más atractivos para las empresas españolas en estos momentos y de cara al futuro?
Este tipo de listas siempre son complejas, ya que suponen una autolimitación respecto a los sectores con oportunidades. Además, hay que tener en cuenta que los mercados son dinámicos, y que las fuerzas competitivas van variando, por lo que las oportunidades de hoy no tienen por qué coincidir con las oportunidades de mañana. No obstante, esto no es óbice para que una planificación sea necesaria, y para que, por lo tanto, los esfuerzos se centren más en un determinado sector que en otro en función de las oportunidades recientes del mercado y las tendencias detectadas.
Desde una óptica comercial, entre los sectores con más posibilidades pueden destacarse los de maquinaria y bienes industriales, los vinculados con los productos alimenticios (especialmente alimentación infantil y relacionados con la salud) y los inputs del sector primario, así como el de las infraestructuras de equipamiento urbano, energéticas, de transporte y comunicaciones. Tenemos también detectadas oportunidades en el sector servicios: ingeniería y consultoría, arquitectura, educación, salud, turismo, franquicias y servicios financieros. Todos aquellos servicios demandados por la incipiente clase media continuarán desarrollándose y se espera que tengan grandes tasas de crecimiento durante los próximos años.
¿En qué aspectos sería interesante que se adaptara la normativa vietnamita para favorecer los intercambios comerciales?
La entrada en vigor del EUVFTA era muy esperada por parte de los países europeos, ya que suponía una oportunidad para la facilitación del comercio. Sin embargo, tras casi dos años de su entrada en vigor, los resultados no han sido totalmente los esperados. Es cierto que los flujos bilaterales han seguido aumentando, pero existe aún un largo camino por recorrer. La realidad es que la compleja legislación y procesos burocráticos (“red tape”) supone un freno para las empresas exportadoras y también para aquellas que desean invertir en Vietnam. Los plazos y requisitos exigidos para obtener las licencias necesarias, unido a los dificultosos trámites para conseguir permisos de trabajo, complican las inversiones y las empresas pueden verse obligadas a optar por otras localizaciones. Respecto a las empresas exportadores, el efecto es similar, una excesiva administración provoca que las empresas centralicen su esfuerzo exportador en otros mercados, perdiendo el consumidor vietnamita la posibilidad de acceder a una mayor variedad de productos de alta calidad a precios competitivos.
Gracias por su colaboración