"Las cifras recientes han mostrado más solidez de lo que esperábamos inicialmente en julio", dijo el economista jefe de la AMRO, Hoe Ee Khor, durante una teleconferencia de prensa celebrada el 4 de octubre.
Sin embargo, es esencial señalar que esto sigue siendo una disminución significativa con respecto a la tasa de crecimiento del 8 % del año pasado, que estuvo entre las más altas del mundo, señaló.
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El Gobierno vietnamita ha estado brindando apoyo activo a la economía y se espera que la situación mejore el próximo año. (Foto ilustrativa/ Fuente: VNA) |
Según Khor, se espera que el crecimiento de la región ASEAN+3 (incluidos China, Japón y Corea del Sur) se vea significativamente afectado este año con una tasa promedio del 4,3 %, por debajo de la proyección de julio del 4,6 %, principalmente debido a los desafíos en el sector exportador.
“La mayoría de los países de la región dependen en gran medida de las exportaciones manufactureras, y cuando la demanda externa se debilita, puede tener un impacto severo en sus economías. Vietnam no es una excepción a esto”, afirmó.
El experto sugirió que la economía vietnamita también enfrenta desafíos en su sector inmobiliario, que actualmente se encuentra en una fase de corrección.
“El sector inmobiliario estaba en auge hasta el año pasado, pero debido a la pandemia, algunos segmentos han experimentado una desaceleración, lo que afecta aún más el crecimiento general de Vietnam”, señaló.
Mientras tanto, se espera que la tasa de inflación aumente un 3,3 %, muy dentro del objetivo del país del 4 %.
Dado que se espera que la presión a la baja sobre el crecimiento sea principalmente cíclica, impulsada por los desafíos de las exportaciones, Khor espera que la situación mejore el próximo año. “Ya hay señales de un repunte de las exportaciones. Esperamos que Vietnam crezca un 6 % el próximo año”, continuó.
Según el economista, el Gobierno vietnamita ha tomado varias medidas para apoyar la economía durante el contexto desfavorable, incluidas medidas para reducir las tasas de interés, aumentar las facilidades crediticias y realizar importantes recortes de las tasas para las pequeñas y medianas empresas (PYMES), que ascienden a una reducción de 150 puntos básicos.
En el aspecto fiscal, el Gobierno ha brindado alivio a las empresas aplazando el pago de impuestos. En el sector inmobiliario, se han tomado medidas para ayudar a los promotores a reestructurar sus préstamos.