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El chamán Trieu Huu Phau está realizando una ceremonia de adoración a la deidad de la selva. (Foto: VOV) |
La primavera es la estación de florecimiento y la ocasión para que los Dao Rojo celebren el rito de veneración a la deidad de la selva que se vincula con la buena costumbre de protección del bosque y la reforestación.
Todos los años, al comienzo de la primavera, bajo el árbol secular que yace en el montículo más alto de la aldea de Dong Cam, esta comunidad étnica acompaña al chamán Trieu Huu Phau, quien sostiene un viejo libro escrito en el antiguo idioma Dao y ora en un murmullo, rodeado de ofrendas como aguardiente, carne y papel votivo para adorar a los dioses.
Según la creencia de los Dao, la ceremonia de veneración se realiza para pedir a las deidades que protejan a todo el poblado y lo bendigan.
Al respecto, el chamán Phau compartió: “Esta costumbre ha existido desde los viejos tiempos cuando los ancestros roturaron esta tierra, y las generaciones siguientes la preservan hasta la fecha. Yo mismo comencé a asumir esta misión en 1980. Adoramos aquí a las deidades de la selva, la montaña y la tierra orando por un año de lluvia y viento favorables, aldeanos sanos y buenos negocios junto con el progreso de la ganadería y la producción agrícola”.
El ritual no es demasiado complicado. Cada familia del poblado aporta un pollo, una botella de aguardiente y dinero para sacrificar un cerdo. A esto se le agrega un poco de arroz glutinoso y papel votivo. Los votos del chamán se recitan en el antiguo idioma Dao que es difícil de comprender, incluso para aquellos que conocen el dialecto de esta etnia. Mientras se celebra el rito, los jóvenes aprovechan para plantar nuevos árboles alrededor del bosque prohibido.
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La ceremonia de adoración a la deidad de la selva está asociada con la plantación de árboles a principios de la primavera. (Foto: VOV) |
Según Trieu Van San, el árbol secular se considera sagrado. Dondequiera que vayan los Dao, deben estar asociados con la selva y buscan un “árbol sagrado” como refugio y cobijo para toda la aldea. Van San señaló: “Su significado es que en todas partes debe haber un árbol que sea dueño del bosque. Su raíz sagrada debe ser conservada y venerada. Estoy muy orgulloso de esta costumbre y así tenemos que preservar la tradición legada por mis antepasados”.
Después de la ceremonia, comienza la actividad culinaria en medio del bosque. Todas las comidas preparadas antes del ritual deben ser consumidas completamente, sin traerlas de vuelta, mientras que si no se acaba el aguardiente, habrá que enterrarlo.
De acuerdo con el tabú de la etnia Dao, solo los hombres pueden estar presentes en la ceremonia de adoración a la deidad de la selva. Debido a que es un bosque prohibido y sagrado, todos los aldeanos tienen un sentido de protección, y sólo se aceptan nuevas plantaciones, y no se permite que nadie fuera del poblado tale el bosque.
Hoy en día, siguiendo el desarrollo de la sociedad, la gente Dao en Dong Cam también cambió audazmente su forma de pensar, convirtiendo de manera flexible las áreas forestales insuficientes en zonas de cultivos de mayor valor. Las fértiles colinas de canela y los campos de yuca cubren el poblado, añadiendo vitalidad a la zona campestre del distrito de Bao Thang de la provincia de Lao Cai, en la nueva primavera.