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El secretario general del Comité Central del Partido Comunista y presidente de Vietnam, To Lam. |
To Lam afirmó que, nada más tomar el poder, el Partido Comunista vietnamita se dio cuenta de la importancia de desarrollar la mano de obra y mejorar gradualmente las relaciones laborales. Este proceso se desarrolló en diferentes etapas, y al entrar en el siglo XXI Vietnam ha realizado grandes progresos socioeconómicos, señaló.
Sin embargo, el país se enfrenta los grandes retos de la cuarta revolución industrial, que implican profundos cambios en la mano de obra. Esto exige una revolución con nuevas reformas radicales para reajustar las relaciones laborales y crear un nuevo motor de desarrollo.
Esta revolución es la de la transformación digital, que consiste en aplicar los avances científicos y tecnológicos para reestructurar las relaciones laborales y adaptarlas al excepcional progreso de la mano de obra, enfatizó el dirigente.
Según el máximo líder de Vietnam, la transformación digital no consiste únicamente en aplicar las tecnologías digitales a las actividades socioeconómicas, sino también implica establecer un nuevo modo de producción, más avanzado y moderno, o el “modo de producción digital”.
Este proceso debe llevarse a cabo de forma integral y sincronizada, de modo que se aprovechen las fuerzas de producción modernas en consonancia con las condiciones específicas de Vietnam en la nueva era, estimó.
Basándose en estas observaciones, To Lam esbozó una serie de tareas clave. En primer lugar, es necesario perfeccionar las instituciones y el sistema legislativo, crear un marco legal para la economía digital y las bases necesarias que permitan al país aprovechar plenamente las oportunidades que ofrece la cuarta revolución industrial.
En segundo lugar, es importante aprovechar todas las fuerzas de la sociedad y atraer las inversiones disponibles, dentro y fuera del país, para desarrollar la ciencia, la tecnología y la innovación. Esto implica poner en marcha mecanismos excepcionales para atraer talento de dentro y fuera del territorio nacional, y diseñar una estrategia para desarrollar recursos humanos con los conocimientos, el saber hacer y el pensamiento innovador que requieren la economía digital y la Industria 4.0.
En tercer lugar, hay que reformar el aparato estatal para hacerlo más ágil, eficiente y eficaz, con el fin de garantizar una gestión más unificada y, al mismo tiempo, promover la iniciativa y la creatividad de las autoridades locales. El objetivo es que, para 2030, Vietnam sea uno de los 50 países con mejores resultados del mundo, y el tercero del Sudeste Asiático en términos de gobierno digital y economía digital.
En cuarto lugar, las tecnologías digitales deben aplicarse en todos los sectores e industrias para crear nuevos modelos de negocio. Con el objetivo de crear una ciudadanía digital, se debe dotar a las personas de los conocimientos y las capacidades que necesitan para participar eficazmente en una economía y una sociedad digitales. Nadie debe quedarse atrás.
En conclusión, el secretario general del Partido y presidente de Vietnam, To Lam expresó su convicción de que el país tendrá éxito en su nueva revolución, la de la transformación digital, creando un gran avance en el desarrollo de la mano de obra y la mejora de las relaciones laborales e impulsando al país hacia una nueva era.