Artesanos de Hanói mantienen el “fuego” de la herrería

El prestigio de la herrería se gana con un esfuerzo incansable, además de la creatividad y el talento de un artesano. (Foto: tuoitrethudo.com.vn)

Ubicado en la orilla del río Day, el antiguo pueblo de Hoe Thi o Phuong Canh, en el distrito de Nam Tu Liem es famoso por sus dos artesanías tradicionales, la herrería y la soldadura de estaño.

Según Bui Xuan Dinh de la Academia de Ciencias Sociales de Vietnam, desde la antigüedad, los herreros de la aldea de Hoe Thi han llevado sus hornos y herramientas de trabajo a todas partes para forjar cuchillos, tijeras, hoces, azadones y palas, alrededor de la ciudadela de Thang Long o Hanói de hoy.

A fines del siglo XIX, los talentosos trabajadores del pueblo artesanal de Hoe Thi se establecieron en la calle Sinh Tu o, en la actualidad, en la calle Nguyen Khuyen y la calle Lo Ren en el centro de Hanói.

“Los artesanos de la aldea de Hoe Thi solían establecer una casa comunal en el ático de la casa No. 1 de la calle Lo Ren para que los hojalateros y herreros que vivían en el área rindieran culto a sus antepasados con motivo del Año Nuevo Lunar o los aniversarios de los antepasados", afirmó.

“Los productos del oficio de herrero en la aldea de Hoe Thi son cubiertos y cinceles para madera, bisagras, ganchos para puertas y alicates, entre otros. En tanto, los bienes del oficio hojalatero son todo tipo de toneles, cántaros, entre otros”, agregó.

El prestigio de la herrería se gana con un esfuerzo incansable, además de la creatividad y el talento de un artesano. (Foto: tuoitrethudo.com.vn)

En el distrito actual de Phuong Canh, anteriormente conocido como la aldea de Hoe Thi, los residentes aún conservan el oficio de fabricar artículos falsificados de varios tipos y tamaños, la mayoría de los cuales están hechos a mano.

En la actualidad, el pueblo ha adquirido el aspecto de calles bulliciosas, y solo se pueden ver fraguas en algunas casas. Al preguntar a los residentes, en su mayoría de otros lugares, solo después de un tiempo pudimos encontrar a alguien que conociera la herrería de Nguyen The Thang, el conocido herrero de tijeras en el pueblo.

Los fuelles se colocan frente a su casa, que está cerca de la casa comunal, un espacio rústico y familiar con rasgos antiguos y sagrados, acentuando aún más el retrato de uno de los raros herreros que aún conservan el oficio.

Thang contó lentamente la historia de los hábiles herreros que aún conservan el fuego de la pasión. A pesar de su avanzada edad, no solo continúan con el trabajo en el pueblo de origen, sino que también acuden a otros mercados de la región para vender y reparar herramientas agrícolas y artículos para el hogar para las personas.

Constituyen los rasgos típicos de cada mercado. La historia de Thang conlleva un vago arrepentimiento, pero también destellos de amor por el trabajo, que nadie hace solo.

El prestigio de la herrería se gana con un esfuerzo incansable, además de la creatividad y el talento de un artesano. (Foto: tuoitrethudo.com.vn)

De hecho, cada grupo de herreros suele estar formado por tres personas: un capataz, un martillo y un ayudante que aprieta los fuelles, afila y abrillanta los productos. No existe una receta o patrón específico para estos artesanos. Los expertos deben tener talento para la observación, buen sentido y mucha experiencia para poder controlar la temperatura y determinar el calor de una pieza de acero para hacer productos duros pero no quebradizos, flexibles pero no blandos.

Como muchas artesanías, el prestigio de la herrería se gana con esfuerzos incansables, además de la creatividad y el talento de un artesano.

El tema de la transmisión del oficio de herrero surge hace muchos años, pero hasta ahora sigue siendo una pregunta que ni los herreros más apasionados saben responder.

A partir de negocios domésticos independientes, la familia del padre de Thang y otros se unieron con entusiasmo a la Cooperativa de Artesanía Xuan Tien, establecida en 1959.

Miembro especializado en la forja de aperos de labranza, cuchillería y herramientas mecánicas para el Estado, su padre transmitió todo el saber hacer, la pasión y los recuerdos a sus descendientes.

La atmósfera de trabajar juntos, compartir las alegrías y las dificultades entre los herreros durante el tiempo que trabajaron para una cooperativa aún permanece en cada historia que Thang cuenta hoy.

En 1984, la cooperativa se disolvió, dejando nostalgia en la mente de los artesanos.

Han pasado décadas, desde un joven que apretaba apasionadamente fuelles y martillazos hasta un hombre canoso, Thang todavía se dedica a forjar cuchillos y tijeras desde temprano en la mañana para los dueños de tiendas en las calles Nguyen Khuyen y Thuoc Bac.

No lejos de la casa de Thang vive la casa de Vu Dinh Cuong, que se especializa en forjar cuchillos de todo tipo. Como la tercera generación en la profesión, Cuong no ocultó su orgullo por su padre, un hábil herrero que solía trabajar para el estado en la cooperativa Phuong Dong No 4 en el número 89 de la calle Sinh Tu en el pasado.

Sobre el tema de pasar la artesanía a la próxima generación, admitió que los buenos artesanos ya son viejos y se jubilarán paulatinamente, mientras que la sucesión no está asegurada ya que la sociedad cambia demasiado rápido y los jóvenes prefieren nuevas ocupaciones que se adapten a los tiempos.

Los productos hechos por herreros del pueblo de Hoe Thi solían ser muy famosos en todo el país. (Foto: tuoitrethudo.com.vn)

Nguyen Phuong Hung, uno de los últimos herreros manuales de la calle Lo Ren, Hanói, dijo que todavía se dedicaba al trabajo más de 10 horas al día, ganando entre 1 y 1,5 millones de dong o unos 80 dólares estadounidenses.

El New York Times una vez publicó un artículo sobre él, elogiando al artesano fuerte y persistente que permanece con su trabajo en medio de los cambios de la vida.

No solo con el propósito de ganarse la vida, sino que su deseo genuino es también mantener viva la gloriosa herrería del pasado. Dondequiera que vaya, siempre le dice con orgullo a la gente que es un aldeano del pueblo de forja de Hoe Thi. Al hablar con herreros como él, nos dimos cuenta de que en el fondo de su quietud había un chispeante orgullo por la profesión que heredaron de sus antecesores.

En los pequeños rincones de la caótica vida moderna, los valores prácticos y espirituales que aportan los productos hechos a mano siguen siendo innegables.

Para los artesanos que aman su trabajo de manejo de martillos, mientras haya sastrerías que buscan comprar tijeras Hoe Thi, las familias eligen cuidadosamente herramientas agrícolas insustituibles a pesar de la agricultura mecanizada: las chispas de fuego aún brillan y la pasión que los herreros llevan de su la juventud aún brilla.