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El presidente Ho Chi Minh en un encuentro íntimo con delegados estudiantiles del Sur en el Palacio Presidencial en 1956. (Foto documental: VOV)
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Después de firmar el Acuerdo de Ginebra en 1954 y restablecer la paz en el Norte de Vietnam, el presidente Ho Chi Minh y otros dirigentes de la entonces República Democrática de Vietnam decidieron crear un sistema de escuelas para capacitar a los cuadros revolucionarios provenientes del Sur del país. El gran líder instruyó a Hoang Quoc Viet para que encabezara una delegación del Partido y el Gobierno para visitar el Sur, analizar la situación después de la salida de las tropas francesas y hacer los preparativos necesarios para empezar el traslado de los estudiantes. A partir de finales de 1954, estos estudiantes comenzaron su traslado al Norte, recibiendo una especial atención del Tío Ho, del Partido, del Estado y del pueblo del Norte.
Aunque siempre estaba ocupado, el tío Ho enviaba cartas de aliento y visitaba las escuelas cuando disponía de un poco de tiempo. El cuidado y el afecto del gran líder fueron una fuerte fuente de motivación para que varias generaciones de estudiantes sureños superasen la tristeza de estar lejos de casa y dedicaran sus mayores esfuerzos en estudiar para el futuro y servir a su patria.
La escritora Kim Nhat recuerda que su amor por el tío Ho la animó a ir al Norte. "Para una niña de 8 a 9 años, como cualquier otra niña, que está acostumbrada a vivir en los brazos de los padres y de la aldea, de repente te encontrabas lejos durante mucho tiempo y lo extrañabas todo. Si lo hacías demasiado, llorabas mucho, pero pensé en el tío Ho y mi deseo de conocerlo me motivó a viajar miles de kilómetros".
Las reuniones con el tío Ho no sólo se convirtieron en recuerdos especiales para los estudiantes del Sur, también tuvieron un gran impacto en el movimiento de emulación y educación en las escuelas revolucionarias en Vietnam del Norte.
Hoang Thi Vinh, exalumna de la escuela de estudiantes del Sur número 4 en la ciudad portuaria de Hai Phong, quedó muy impresionada por el movimiento
“Nuevo estilo de vida” iniciado después de que el tío Ho y una delegación del Partido y el Gobierno checoslovacos visitaran la escuela en 1963. Recuerda que, en aquel momento, se convocó a los estudiantes de la escuela a seguir el ejemplo del tío Ho, comer de forma higiénica, mantener limpias las aulas y preservar un ambiente de convivencia y un estilo de vida ordenado y disciplinado.
Los recuerdos del tío Ho también están grabados en la mente de la doctora Hoang Le Thuy, exestudiante sureña de la escuela número 6, los cuales se convirtieron en una fuente de aliento para ella durante los años feroces en el campo de batalla, así como cuando el país alcanzó la paz y se unificó, y se siente muy orgullosa de haber visto al tío Ho muchas veces en su vida estudiantil, guardando recuerdos inolvidables de la primera vez que el gran líder participó en unas elecciones.
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El tío Ho visitó y habló con profesores y estudiantes de escuelas del Sur en Hai Phong. (Foto documental: VOV)
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Thuy recordó la mañana de abril de 1959, cuando ella y otros 11 amigos formaron una guardia de honor en el colegio electoral en el barrio Truc Bach (Ba Dinh, Hanoi): "El tío Ho me preguntó: “¿Alguien va a votar por primera vez? Inmediatamente yo respondí en voz alta: "Querido tío, yo" y levanté la mano, algunos otros amigos también respondieron. Me dio unas palmaditas en la cabeza y nos dijo: "Chicos, traten de estudiar bien para ser dignos de ser hijos del pueblo del Sur. Al llegar el día de la reunificación nacional, regresaréis a vuestra tierra natal para servir a vuestros compatriotas. En ese momento, nosotras no pudimos contener las lágrimas. Vi que los ojos del tío también ya estaban húmedos... Fue la primera votación en mi vida, un recuerdo conmovedor que nunca olvidaré”.
Dando testimonio de la madurez de los graduados en el sistema de escuelas revolucionarias, el profesor asociado y doctor Ho Si Hiep, exalumno de la escuela de estudiantes del Sur número 28, expresó su admiración por la estratégica visión del tío Ho: "Desde los primeros días, el tío Ho pensó en fomentar y capacitar a una generación de dirigentes y funcionarios para la revolución del Sur. El gran líder deseaba "formar cuadros para el Sur, para que cuando el país esté reunificado, regresen a su tierra natal y contribuyan a la reconstrucción nacional "…y ese deseo del tío Ho se hizo realidad.