Cada fin de semana, la aldea de Chieng Di 2, en la comuna de Van Ho, del mencionado distrito, se vuelve bulliciosa con un mercado imbuido de la identidad de la región montañosa. Los puestos aquí se montan a partir de paneles pequeños de bambú y se instalan en medio de huertas de ciruelos. Ofrecen una amplia gama de especialidades de la etnia Mong, como la carne de búfalo secada al horno, brotes de bambú, verduras, hortalizas, herramientas de producción, productos de brocado y trajes tradicionales.
El funcionario local Song A Nha dijo: “Todos son elaborados por los compatriotas Mong. La aldea les encarga fabricar productos de temporada para garantizar suministros a su mercado”.
El mercado sabatino y dominical en Chieng Di 2 también llama la atención a los turistas con sonidos de la maja machacando masa de pasteles, juegos folclóricos, y melodías de la flauta tradicional “khen”. Le Thi Le, oriunda de la provincia de Vinh Phuc, expresó:
“Para nosotros, los mercados son lo más típico de las tierras montañosas. Nos levantamos muy temprano con muchas ganas de explorarlos. La gente era muy genuina. Mis amigos y yo nos lo pasamos muy bien”.
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El mercado Chieng Di 2, en la comuna de Van Ho, distrito de Van Ho, provincia de Son La, atrae a los turistas por sus características rústicas y tradicionales. (Foto: VOV) |
La afluencia turística cada vez mayor ha traído una fuente considerable de ingresos a los lugareños, al tiempo que ha contribuido con la difusión de las singularidades culturales locales.
A diferencia del ajetreo de los mercados, la cascada de Nang Tien (El Hada), situada en la comuna de Chieng Khoa, brinda sensaciones de serenidad y relajación. Quienes lleguen allí se sumergirán en una belleza sumamente magnífica y poética de los montes y bosques noroccidentales de Vietnam.
Las tres capas de la cascada están cubiertas de vegetación primitiva como el musgo verde y los helechos brotando de las rocas. El caudal cae desde lo alto tocando la superficie del lago, como si se tratara de una franja de seda blanca suave colgada en medio de los grandiosos paisajes. El agua es fresca, cristalina y de impresionante color esmeralda.
Esa preciosa pintura hace pensar a los contempladores en la bella durmiente de los cuentos de hadas. Al presenciarla por primera vez, Nguyen Thi Huyen, una visitante que llegó desde la capital, Hanói, exclamó que valió mucho la pena su traslado de dos horas.
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La cascada Nang Tien, en la comuna de Chieng Khoa, distrito de Van Ho, es un paisaje majestuoso y prístino del noroeste. (Foto: VOV) |
Planificado como parte de la zona turística nacional de Moc Chau, el distrito de Van Ho posee sus propios encantos. En primavera, se arropa con el inmaculado blanco de las flores de ciruelo y los campos infinitos de colza, además del seductor color rosa de los melocotoneros silvestres. En verano, sobresale por las animadas cascadas de Nang Tien y Tat Nang (comuna de Chieng Yen). Van Ho también es conocido como tierra de la niebla, pues en cualquier estación los viajeros pueden encontrarse rodeados por la bruma en un pestañeo.
Esta localidad alberga, además, una miríada de monumentos históricos y culturales como la Cueva de tumbas de Tang Me (comuna de Suoi Bang), categorizada como Reliquia Nacional; el templo de Hang Mieng (comuna de Quang Minh); el templo de Nang Bang Muong (comuna de Chieng Khoa) y la base revolucionaria de Moc Ha (distrito de Moc Chau). Junto con esto cabe apreciar la riqueza cultural conservada en las aldeas de turismo comunitario de los grupos étnicos Mong, Yao y Thai.
Al respecto, la jefa de la Oficina de Cultura e Información del distrito de Van Ho, Nguyen Thi Lu, indicó: “Además de recibir las inversiones del Estado, desplegamos el modelo de socialización, o sea, encargamos a las organizaciones y personas planificar los vestigios y paisajes locales al servicio del turismo. Seguiremos acompañando a los pobladores en la promoción de los valores tradicionales asociada con la diversificación de las ofertas turísticas, para atraer a cada vez más visitantes”.
La hermosa naturaleza, la cultura multicolor y la laboriosidad de los residentes en tierras altas se suman a convertir a Van Ho en un destino obligatorio en el viaje al Noroeste vietnamita.